Pareciera que los trabajadores de México estamos en el país del “aquí no pasa nada”, y es que en muchos sentidos, para la impartición de justicia, la ley se quedó sorda, ciega y muda.

Por más de cinco años, cerca de 11 mil trabajadores mineros estafados por Napoleón Gómez Urrutia se manifestaron, denunciaron e, incluso, rogaron por ser escuchados por esta administración, para que les hicieran justicia y para que se dejara de solapar el robo de mil millones de pesos cometido por parte de Napillo en su contra.

Pero no, nada pasó, no tuvieron oídos y mucho menos una respuesta para estos trabajadores y sus familias, a pesar de que existen cuatro laudos que obligan a Napillo a devolver lo que se robó. Lejos de hacer cumplir la ley y la justicia social, Morena blindó a Gómez Urrutia con una senaduría y ahora con una diputación.

Curioso, tuvieron oídos para escuchar a un multimillonario acusado de varios delitos y fraudes, quien aseguró ser víctima del sistema y ser un perseguido político y, por el contrario, no tuvieron oídos para miles de obreros que fueron asaltados por su propio líder sindical.

Pero no conformes con dar “carpetazo” en este asunto y creer ciegamente en los dichos de un delincuente, Morena fue más allá y le ha dado todo apoyo y respaldo a Napillo mediante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la supuesta encargada de hacer valer el respeto a los derechos laborales.

Recientemente, Gómez Urrutia realizó una asamblea y en la inauguración estuvo presente el titular de la STPS, Marath Bolaños López; los compañeros mineros comentaron que en este evento fueron sujetos de varios atropellos, entre éstos que Napillo los obligó a desconocer y negar que le entregaron varios millones de pesos provenientes de cuotas sindicales, cuotas extraordinarias y gastos de conflicto, entre otros.

Con esto Napillo se deslinda del uso y saqueo de los recursos del Sindicato Minero, dicho abuso fue atestiguado por un notario público y ahora serán los trabajadores quienes tengan que aclarar el uso y destino de esos recursos. ¿De esto no sabía la STPS?, ¿y los derechos laborales?

La asamblea, aseguran, fue más bien la estrategia para que Gómez Urrutia pudiera robar con todas las de la Ley, ya que, por otro lado, sin llevar a cabo ninguna elección, sin el consentimiento de la base, sin cumplir con la democracia sindical, impuso y reeligió a su tesorero por tercera ocasión. ¿Y dónde quedó el cumplimiento de la reforma laboral?, ¿aquí no se aplica?

Sería gravísimo que la Secretaría del Trabajo supiera de esto y lo hubiese avalado. Seguro, próximamente, la STPS tendrá la denuncia de los mineros que decidieron renunciaron al sindicato de Napillo, tras ver violados sus derechos laborales y humanos.

Será entonces cuando veamos el actuar de las autoridades y ojalá reculen de la notoria protección que le han brindado a Napillo y de sus intentos por tratar de imponer a un delincuente que debería estar en la cárcel y que hoy se atreven a ponerlo como ejemplo de honradez y lucha.

 

     @CarlosPavonC