Por segunda vez, en sólo cinco días, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Michoacán difundió el mismo comunicado en el que rechaza que fuera torturado Enrique Hernández Saucedo, líder de autodefensas acusado del homicidio del alcalde de Tanhuato, Gustavo Garibay. Y también por segunda ocasión, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) insistió en que los agentes ministeriales sí le provocaron lesiones graves por la violencia que ejercieron en su contra.

 

Lorenzo Corro Díaz, director de Quejas y Seguimiento de la CEDH de Michoacán aseguró que ya está en trámite la queja por la tortura contra Hernández Saucedo, y quedará a cargo de la visitadora regional de Morelia, Yurisha Andrade Morales.

 

“Nosotros tenemos los elementos que sustenta nuestro dicho (de la tortura contra Enrique). Yo no puedo hablar por los elementos que alguien más considere que tiene o la manera que tomaron para resolver el asunto”, advirtió Lorenzo Corro.

 

El líder comunitario acusa a agentes adscritos a la Procuraduría de Justicia del estado de ser sus torturadores, quien no se ha defendido, porque es otra área muy distinta, la SSP de Michoacán, la que ha emitido dos veces el mismo comunicado en el que se niega la tortura y la incomunicación de Hernández Saucedo.

 

Desde el pasado 3 de abril, cuando este diario dio a conocer la denuncia de malos tratos y tortura contra Enrique Hernández, los exámenes periciales del organismo arrojaron que: “sí hay huellas de tortura en las vías respiratorias, en los canales auditivos también que están muy inflamados, el pronóstico es que pierda un gran nivel de audición por los golpes que todavía se ve enrojecido adentro del oído y tiene moretones en diversas partes del cuerpo”.