Con el muy conveniente pretexto de que iniciaron las vacaciones de primavera o de Semana Mayor (Santa y Pésaj para cristianismo y judaísmo, respectivamente), los especialistas del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) Raúl Mújica y José Ramón Valdés nos invitaron desde el pasado fin de semana a desvelarnos la madrugada de hoy martes 15 de abril de 2014 para poder observar un espectáculo celeste maravilloso: el primero de cuatro eclipses de Luna que habrá entre éste y el siguiente año.

 

En todo México y el resto de América (a excepción de Brasil, Colombia y el Uruguay), quienes felizmente pospusieron su ida a la cama poco más allá de las 02:00 horas pudieron ver –siempre y cuando lo hayan permitido las condiciones atmosféricas y de nubosidad del lugar donde residen– cómo la superficie lunar pasaba poco a poco y desde aproximadamente las 23:55 horas, del blanco característico de los plenilunios (Luna Llena) a un rojo cada vez más profundo.

 

“Lunas de sangre” solían llamar algunas culturas antiguas a estos fenómenos astronómicos y su concurrencia dio pie a muchísimas supersticiones astrológicas, así como también la observación de estos sucesos sirvió para generar saberes empíricos (de la experiencia), también llamados tradicionales, mediante los cuales las sociedades se organizaban para producir los medios de subsistencia –por ejemplo, los procesos para las cosechas. Para recordar estos procesos, los pueblos antiguos desarrollaban relatos o mitos y de esta manera se aseguraba la transmisión de dichos saberes de una generación a la otra.

 

Por fortuna, mujeres y hombres de la ciencia (astronomía, astrofísica, óptica, etcétera) han utilizado la observación de estos fenómenos para darnos una explicación lógica y sustentada, que además genera conocimiento sobre otras características de nuestro planeta, como su peculiar órbita, que no es perfectamente circular sino irregular. Otra aportación se puede derivar de la tonalidad roja que muestra la superficie lunar durante el eclipse, que se debe a los componentes de la atmósfera terrestre, igual que cuando observamos una puesta de sol por el horizonte a nivel del mar: el Sol “se pone rojo”, cuando en realidad es la cantidad y calidad del hidrógeno contenido en la atmósfera terrestre. ¿Qué tan roja estuvo la Luna de esta madrugada? Los eclipses solares también han sido muy útiles. El del 29 de mayo de 1919 sirvió para probar la teoría de la relatividad de Albert Einstein.

 

‘Eclipse’ es una palabra de origen griego y significa “lo que hace desaparecer”. Las diferencias entre eclipses de Sol y de Luna las explican los doctores Mújica y Valdés así: “Un eclipse de Sol se produce cuando la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, proyectándose sobre ésta la sombra lunar y observándose, en pleno día, que la Luna oculta a nuestro astro, ya sea total o parcialmente. Existen diferentes tipos de eclipse solares: total, anular, parcial y un eclipse poco común, llamado eclipse híbrido, ya que en partes de la trayectoria es anular y en otras es total. Los eclipses de Luna sólo suceden durante la fase llena, cuando la Tierra se encuentra entre la Luna y el Sol y se forman en una línea recta: Luna-Tierra-Sol. También hay diferentes eclipses de luna: total, parcial y penumbral”.

 

En los eclipses totales de Sol, como el del 11 de julio de 1991, que fue visible desde la Ciudad de México, la Luna proyecta una sobra cónica sobre un punto en la superficie terrestre y oculta o eclipsa al Sol. Pudo verse entonces el llamado “anillo de diamantes” y la corona solar. El día se hizo de noche durante unos minutos y hasta las aves se fueron a dormir.

 

En los eclipses totales de Luna, ésta aparece como una inmensa bola roja flotando en el cielo nocturno. Esto es así porque la Tierra es el cuerpo celeste que proyecta su sombra sobre su satélite natural en tres grandes áreas en forma de conos: la central es la umbra y las adyacentes se les llama penumbras.

 

El de anoche fue el primero de cuatro eclipses totales de Luna, también llamados tétradas, que ocurrirán entre 2014 y 2015. La siguiente serie o tétrada ocurrirá en 2032, así que ojalá el desvelo de anoche haya sido muy provechoso.