WASHINGTON. Las familias de quienes murieron en accidentes ocasionados por una falla en el interruptor de encendido de algunos vehículos de General Motors quieren que sean procesados los responsables dentro de la compañía por permitir que persistieran los problemas durante más de una década, y quizá por ocultarlos.

 

“La única manera para que el público sea protegido de esta negligencia por parte de compañías es si a fin de cuentas se dictaminan sentencias de prisión”, dijo Leo Ruddy, de Scranton, Pensilvania, cuya hija Kelly de 21 años falleció en 2010 cuando su auto Chevrolet Cobalt cambió de dirección de manera inexplicable, salió de la autopista y chocó.

 

Familiares asistieron a audiencias en Washington esta semana que avivaron esos sentimientos. Legisladores confrontaron a la directora ejecutiva de GM Mary Barra con lo que dijeron era evidencia de que en 2006 un empleado de la compañía intentó ocultar de manera intencional el problema del interruptor. Y el director de la agencia federal encargada de la seguridad en los vehículos dijo que GM retuvo información crucial que vinculaba la falla en el interruptor de encendido con el hecho de que no se desplegaran las bolsas de aire en un choque.

 

“Yo veo esto como algo criminal”, dijo el senador republicano Kelly Ayotte, exfiscal estatal.

 

Sin embargo, incluso si un empleado o empleados ocultaron información, es incierto si serán acusados de algún crimen. Expertos jurídicos dicen que es más fácil demostrar un crimen a una corporación que a individuos. Documentos internos que pueden ser utilizados para construir un caso contra la compañía podrían ser inadmisibles como evidencia contra individuos; y puede ser difícil de probar que una persona diera testimonio falso a sabiendas.

 

El Departamento de Justicia no presentó cargos contra ninguna persona el mes pasado cuando cerró una investigación de un año a Toyota.

 

GM admitió que en 2004 y 2005, ingenieros presentaron propuestas para arreglar los interruptores de encendido en autos Cobalt, Saturn Ion y otros vehículos pequeños, pero los arreglos nunca se implementaron. GM dice que los ejecutivos de mayor rango se enteraron del problema el año pasado. El retiro de circulación de los autos para su reparación —ahora más de 2,6 millones de vehículos— comenzó en febrero.

 

El miércoles, la senadora demócrata Claire McCaskill acusó a un empleado de GM de ocultar el asunto. Ray DeGiorgio, ingeniero principal responsable del interruptor de encendido del Cobalt, dijo el año pasado en una declaración jurada relacionada con una demanda contra GM que él nunca aprobó un cambio del interruptor. Pero McCaskill presentó un documento del proveedor de interruptores de encendido de GM que muestra que DeGiorgio firmó por un reemplazo, pero con el mismo número de parte. No cambiar un número de parte hace que sea más difícil rastrearlo.

 

Este domingo en el programa “This Week” de la cadena de televisión ABC, McCaskill dijo que “no hay razón para mantener el mismo número de parte, a menos que uno esté tratando de ocultar el hecho de que se tiene por ahí un interruptor defectuoso que de hecho terminó matando a varias personas en nuestras autopistas”.