Las autoridades federales lo buscaron durante más de dos meses en Michoacán, atraparon a algunos de sus operadores, pero no dieron con el paradero de Enrique El Kike Plancarte Solís, líder de Los Caballeros Templarios. Labores de inteligencia lo ubicaron en Querétaro. La Marina lo cercó y lo abatió en un operativo de 31 horas.

 

 

De acuerdo con la información que dio conocer ayer el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García, la localización del capo fue derivada de trabajos de inteligencia de gabinete y de campo que realizó personal de la Marina en coordinación con el Ejército y la Procuraduría General de la República (PGR).

 

Identificado por las autoridades como uno de los principales mandos y operadores financieros de los Templarios, Plancarte Solís se desplazó al municipio de Colón, colindante con Guanajuato, tras el despliegue federal en Michoacán.

 

Al mediodía del domingo pasado, efectivos navales ubicaron la zona donde se sabía estaba oculto Plancarte Solís y, en conjunto con militares, se establecieron diferentes perímetros de seguridad en la zona para cercar la movilidad del capo, localizarlo y detenerlo.

 

A partir de ese momento pasaron poco más de 30 horas, ya alrededor de las 7 de la noche del lunes, las fuerzas federales lograron ubicar al líder templario caminando en un poblado de Colón sin ningún custodio.

 

“Este sujeto (Plancarte Solís), al notar la presencia de las fuerzas federales, intentó ocultarse, y cuando éstas le indicaron hacer alto, respondió con disparos. El personal naval, al repeler la agresión, lo neutralizó. Aún con vida se le proporcionaron los primeros auxilios y cuando iba a ser trasladado para su atención médica falleció”, sostuvo Rubido García.

 

Medicamentos, revistas de espectáculos, un par de botas vaqueras, un sombrero, una laptop, la caja de un celular y mudas de ropa nuevas, tinte para el cabello, restos de comida y una estufa eléctrica fueron algunos de los objetos que El Kike Plancarte tenía en la casa que le sirvió como su último refugio.

 

Ubicada sobre la calle Prolongación Puebla en la colonia Las Cruces, la fachada casa aparentaba condiciones paupérrimas, en comparación con las lujosas residencias del capo. Hecha con block gris, sin aplanado, ni pintura, la fachada del inmueble rentado se camuflaba con el entorno popular, pero al interior no lo era del todo.

 

Con al menos dos habitaciones, el domicilio estaba recién remozado, con piso de loza, una cama Queen, y varios objetos de reciente adquisición como lo mostraban las cajas de la estufa, de una laptop y del celular que aún conservaba.

 

Por su parte, Tomás Zerón de Lucio, director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, informó que con el comparativo decadactilar y fisonómico del cadáver, y la ficha que se tiene en la base de datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública a nombre de Enrique Plancarte Solís, se corroboró al 100 por ciento la identidad del hombre, de 43 años, abatido la tarde del lunes.

 

“Plancarte Solís era oriundo de Apatzingán, Michoacán, se encontraba relacionado con al menos 30 averiguaciones previas y se ofrecía una recompensa de hasta 10 millones de pesos por información que permitiese su captura”, indicó el comisionado nacional.

 

Los otros templarios

 

Por Arturo Ángel

 

El abatimiento de Enrique Plancarte deja a Servando Gómez, La Tuta, como el máximo líder del grupo delictivo, pero hay otros mandos de importancia que faltan por ser detenidos. La PGR tiene identificados a dos más por los que se ofrecen recompensas de diez millones de pesos.

 

Uno de ellos es Ignacio Rentería Andrade, alias El Nacho o El Cenizo, que de acuerdo con las averiguaciones de la PGR es el jefe de plaza de Uruapan, uno de los municipios más importantes del estado y puerta de entrada a la región de Tierra Caliente.

 

El otro es Samer José Servín Hernández, calificado por PGR como “líder financiero y blanqueador de recursos de la organización”. Su zona operativa no se limita a Michoacán, según la información oficial. También tiene presencia en Querétaro donde fue descubierto Plancarte, y en Tamaulipas.

 

Además, de acuerdo con el listado que dieron autodefensas, aún faltan por ser capturados dos mandos regionales identificados como El Chicano y Rigoberto El Tena.