SEPANG. Mercedes, que festejó la gran carrera del inglés Lewis Hamilton y el liderato de su compañero alemán Nico Rosberg, junto al que firmó el primer doblete de la escudería alemana desde 1955, confirmó su papel hegemónico en el Mundial de F1.

 

En el circuito de Sepang, donde el sábado había logrado la trigésima tercera ‘pole’ de su carrera -igualando el récord británico que detentaba el malogrado escocés Jim Clark, doble campeón mundial en la década de los 60-, Hamilton logró su primer triunfo en Malasia y el vigésimo tercero de su carrera.

 

El campeón mundial de 2008 lo hizo arrasando, al lograr la victoria más clara de su carrera al liderar de principio a fin la calurosa carrera malaya, en la que marcó, asimismo, la vuelta rápida.

 

Mercedes confirmó lo que vislumbró durante la pretemporada y ahora celebra los dos lideratos, el de constructores, con 68 puntos, 25 más que McLaren; y el de pilotos, con Rosberg, que, con 43, aventaja en 18 a Hamilton.

 

Pero no todo es fiesta para la escudería alemana. El cuádruple campeón mundial el alemán Sebastian Vettel firmó el primer podio del año para Red Bull, que demostró que, lejos de lo que algunos pensaban, aún sigue viva.

 

Y que podría estar aún más adelante si el australiano Daniel Ricciardo no hubiese sido descalificado en Australia -tras acabar segundo, por irregularidades, recurridas, con el caudalímetro de su monoplaza- y si no hubiese abandonado, tras encadenar una sucesión de infortunios, que culminó, además, con una sanción de diez puestos en la parrilla de Bahréin, por salida imprudente tras su entrada en garajes.

 

Ferrari tiene mucho que mejorar todavía. Pero aun así, Fernando Alonso, su piloto insignia, afirmó marcharse de Sepang contento por haber sacado el mejor resultado posible, que está muy lejos de lo que debería tener la escudería de Maranello si quiere aspirar al título. El doble campeón mundial asturiano volvió a acabar a una distancia muy considerable del ganador, ¡35 segundos!, pero confía en su equipo y espera que éste reaccione.

 

Consciente de que será difícil que lo haga antes de Bahréin, donde este fin de semana se disputará, el tercer Gran Premio del año, en el circuito de Sakhir -otra pista en la que Fernando ha ganado tres veces (en 2005 y 2006, los años de sus títulos, con Renault; y en su primera carrera con Ferrari, en 2010)-, Alonso espera que la solución llegue para China y España.

 

Alonso, ahí donde lo ven, es tercero en el Mundial tras repetir en Sepang su cuarto puesto.