La celebración del 76 aniversario de la Expropiación Petrolera fue distinta a las de los últimos años. El sindicato petrolero y su líder, Carlos Romero Deschamps, dejaron de estar entre los protagonistas principales de la fiesta de Pemex.

 

En la segunda ocasión que Enrique Peña Nieto conmemora la expropiación y con la frescura de la aprobación de la polémica reforma energética, que abre al capital privado a la paraestatal, Deschamps mantuvo un rostro y discurso adusto.

 

A diferencia del año anterior, cuando Peña eligió para celebrar la refinería de Salamanca, Guanajuato, donde tuvo sus inicios Carlos Romero como petrolero, ayer ni siquiera se vio acompañado del también senador.

 

Peña Nieto arribó a Cosoleacaque, Veracruz, rodeado del director de Pemex, Emilio Lozoya; del secretario de Energía, Pedro Joaquín Codwell, y los cinco gobernadores que concentran las mayores plantas de Pemex.

 

El líder del sindicato petrolero esperó desde el estrado y esta ocasión no estuvo sentado al lado del Presidente. Su lugar fue ocupado por Lozoya y Codwell, quienes flanquearon a Peña.

 

Durante los últimos cuatro sexenios, desde Carlos Salinas, el líder petrolero tuvo un lugar privilegiado durante las celebraciones de la Expropiación. Al lado siempre de los presidentes, incluso, con Felipe Calderón, quien pertenecía al PAN, un partido diferente al que milita Deschamps.

 

Pero ayer en Veracruz fue diferente. Carlos Romero fue el segundo orador, su discurso, comparado con los años anteriores, cambió. Se le quitó la parte donde adulaba al mandatario nacional.

 

En su lugar, defendió los beneficios de las élites de trabajadores y se dijo listo para afrontar la reforma energética.

 

En las redes sociales también se notó el cambio, la cuenta de Twitter del PRI, censuró el discurso de Deschamps y sólo posteó a otros oradores. En la misma red social, pero de Presidencia, no se incluyeron publicaciones sobre el discurso del senador.

 

Por su parte, el presidente Peña evitó mencionar por su nombre al dirigente del sindicato petrolero y su discurso fue dirigido a los trabadores, sin hacer alusión al sindicato dirigido por el priista.