Del total de horas que pasa un niño en la escuela, sólo la mitad del tiempo lo dedica a aprender, el resto se pierde mientras el profesor pasa lista, reparte cuadernos, borra el pizarrón, o simplemente porque se ausenta del aula.

 

El informe Mejores Maestros para América Latina y el Caribe publicado por el Banco Mundial revela que de siete naciones analizadas México es el país con menos tiempo efectivo de aprendizaje, en comparación con Jamaica, Perú, Honduras, Brasil y Colombia.

 

No obstante, ninguna de estas naciones alcanza el estándar internacional que establece 85% del tiempo total que están los menores en la escuela.

 

Es decir, sólo dos o tres horas se utilizan para que los estudiantes avancen en el programa curricular, lo cual significa que tanto maestros como alumnos pierden un día de aprendizaje efectivo cada semana, que son 40 días sin clase durante el ciclo escolar.

 

El martes pasado, la subsecretaria de Educación Básica, Alba Martínez Olivé, anunció que se blindará a las escuelas para evitar que los alumnos pierdan horas de clase, a través de la creación y aplicación de los Lineamientos para formular programas de gestión escolar, incluidos en el Acuerdo Secretarial 717.

 

En conferencia de prensa, apuntó que los maestros utilizan parte del tiempo escolar en ensayos para festivales o desfiles, dentro y fuera de la escuela, así como en actos protocolarios con el presidente municipal, el gobernador del estado, e incluso el Secretario de Educación o el Presidente de la República.

 

Sin embargo, el texto publicado por el Banco Mundial, indica que los menores pierden hasta 20 días de los 200 que dura el ciclo escolar porque los maestros no cumplen con sus labores al interior del aula.

 

De acuerdo con el estudio, 9.5% del tiempo total que pasan los maestros en la escuela lo utilizan para interactuar con el personal del plantel. Además realizan otras actividades escolares durante la hora de clases, llegan tarde o se van temprano. Esto se traduce en 25 minutos desaprovechados todos los días por cuatro horas y media que pasan los alumnos en una primaria pública con horario de 8:00 a 12:30 horas.

 

El resto del tiempo escolar los docentes los utilizan en pasar lista, limpiar el pizarrón, dictar la tarea, entregar o recoger cuadernos, actividades que deberían ejecutarse rápidamente si se aplicaran las técnicas para hacer más eficiente el trabajo del aula establecidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

 

Aunado al tiempo perdido, el  análisis demuestra que sólo 21% de las horas efectivas de aprendizaje, el docente consigue la atención de todo el grupo para impartir un tema. El estudio señala que uno de los factores de dispersión en los menores es que los maestros sólo utilizan el pizarrón como método de enseñanza o sólo se dedican a hablar mientras los niños toman notas.

 

Y aunque los gobiernos se han esforzado por llevar computadoras, tabletas e internet a las aulas los maestros se niegan a utilizar estos equipos. En Perú y Honduras cada niño tiene un equipo de cómputo, pero sólo lo utilizan menos de 1% del tiempo de clases.

 

En el caso de México, lo mismo ocurrió con los equipos que se entregaron a los salones de quinto y sexto de primaria como parte de los programas Enciclomedia y Habilidades Digitales para Todos. Los docentes se negaron  a aprender a utilizar el material, que terminó abandonado en las bodegas de las escuelas o utilizados para actividades administrativas.

 

 

Maestros pobres y con habilidades limitadas

 

El perfil de los maestros en América Latina no ha permitido que los sistemas educativos cambien hacia los nuevos métodos de enseñanza, donde los menores tienen que ser críticos, aprender a resolver problemas y obtener conocimientos que apliquen en su vida diaria, según el estudio del Banco Mundial.

 

Mejores Maestros para América Latina y el Caribe apunta que los requisitos para ingresar a las escuelas normales de la región son menores que en cualquier otra carrera universitaria, contrario a lo que ocurre en Finlandia o Singapur, donde sólo 20% de los aspirantes ingresa a la licenciatura para profesor y son los mejores de su clase.

 

De acuerdo con el texto, muchos estudiantes optan por esta licenciatura porque no tienen las habilidades necesarias para otra carrera, mientras que otro número la elige por ser una profesión con sueldo y prestaciones aseguradas.

 

El perfil de los maestros en formación señala que provienen de los niveles socio económicos más bajos y son lo más pobres de todo el conjunto de universitarios de cada país.

 

Todo esto ha impedido la profesionalización total de los docentes recién egresados de las normales, situación que se ve reflejada en los resultados que obtienen en las pruebas de evaluación, tanto nacionales como internacionales