Los padres de familia y la Secretaría de Educación Pública (SEP) blindarán a las escuelas para evitar que los alumnos pierdan horas efectivas de clases en festivales y desfiles mensuales, actos gubernamentales, o cualquier otra actividad que distraiga a los menores de sus actividades en el aula.

 

Esto, una vez que se apliquen los nuevos Lineamientos para la Gestión Escolar, que retoma datos del Banco Mundial según los cuales sólo 60% del tiempo que pasan los estudiantes en las escuelas se destina al aprendizaje en los salones, mientras que el resto se desperdicia en actividades como pasar lista, entregar cuadernos, formaciones en el patio de la escuela a la entrada.

 

Los maestros también utilizan parte del tiempo escolar en ensayos para festivales o desfiles dentro y fuera de la escuela, así como en actos protocolarios con el presidente municipal, el gobernador e incluso el secretario de Educación o el Presidente de la República.

 

Si se toma en cuenta que los niños permanecen en la escuela de cuatro a seis horas, realmente aprovechan entre 2.4 y 3.6 horas en adquirir conocimientos, lo demás es tiempo desperdiciado en cosas que nada tienen que ver con actividades escolares o en cosas simples como pasar lista. No obstante, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomienda que por lo menos 85% del tiempo que se pasa en la escuela se utilice en actividades de aprendizaje.

 

Estas actividades adicionales quita a los niños y maestros tiempo valioso que se debería destinar al aprendizaje, señaló la subsecretaría de Educación Básica de la SEP, Alba Martínez Olivé, al detallar los Lineamientos para la Gestión Escolar incluidos en el acuerdo secretarial 717.

 

En conferencia de prensa, destacó que uno de los objetivos de que los padres de familia y docentes se hagan cargo del funcionamiento de los centros escolares es precisamente que la escuela deje de verse como un centro social que se puede utilizar para cualquier cosa.

 

“Queremos blindar a la escuela y decirle a todos que la escuela tiene una misión que está por encima de cualquier otra necesidad, sin importar si esto atenta contra los usos y costumbres”, apuntó la funcionaria.