TOKIO. Japón recordó hoy con servicios religiosos el tercer aniversario del terremoto y tsunami, que dejó más de 18 mil muertos y desaparecidos, además de provocar en Fukushima el peor accidente nuclear del mundo desde el de Chernobyl en 1986.

 

A las 14:46 horas locales (05:46 GMT), justo en el momento en el que ocurrió hace tres años el mayor terremoto de la historia de Japón frente a la costa de la prefectura de Miyagi, los japoneses guardaron un minuto de silencio para recordar a las víctimas del desastre.

 

Además, a esa hora muchas localidades de la costa noreste, la zona más afectada, hicieron sonar las sirenas utilizadas en caso de tsunami para recordar la mayor tragedia en el país asiático desde la Segunda Guerra Mundial.

 

Los servicios religiosos se celebraron en todo el país, incluido en las tres prefecturas nororientales más afectadas –Miyagi, Iwate y Fukushima– con un minuto de silencio, reportó la agencia japonesa de noticias Kyodo.

 

En la ciudad de Fukushima, a 60 kilómetros de la accidentada central nuclear, se organizó una ceremonia que incluyó varios conciertos y que se cerrará por la noche con un acto bautizado “Luz de la esperanza”, durante el cual se encenderán velas en siete lugares diferentes.

 

En Tokio, que amaneció con las banderas adornadas con un listón negro, se celebró en el Teatro Nacional la mayor y más protocolaria de las ceremonias, a la que asistieron mil 200 invitados, entre ellos los emperadores de Japón y el primer ministro, Shinzo Abe.

 

El emperador Akihito expresó su pésame por las almas que se perdieron el 11 de marzo de 2011 y recordó que muchas personas permanecen evacuadas sin poder regresar a sus casas a causa de la devastación y del accidente en Fukushima.

 

Por su parte, el primer ministro japonés recordó a las víctimas y destacó “los pasos adelante” en la reconstrucción de las zonas devastadas, gracias al esfuerzo de la población japonesa.

 

Sin embargo, Abe reconoció que “todavía hay mucha gente en una situación muy difícil” y en particular mencionó a “todos los que no pueden volver a su tierra tras el accidente nuclear”.

 

Por ello, subrayó la necesidad de acelerar el ritmo de la recuperación para que estas personas puedan regresar a la normalidad cuanto antes.

 

Por último, deseó que el recuerdo del gran terremoto perdure para que las futuras generaciones “tengan un mejor sentido de la prevención contra los desastres y busquen hacer de esta tierra un lugar más seguro”.

 

Después del accidente nuclear, al menos 200 mil personas fueron evacuadas de localidades cercanas a la central de Fukushima y de ellas unas 50 mil siguen sin poder volver a sus hogares en un radio de entre 10 y 20 kilómetros alrededor de la planta nuclear.

 

En total, el terremoto de 9.0 grados en la escala de Richter y el posterior tsunami causaron 15 mil 884 muertos y dos mil 633 desaparecidos, según los últimos datos de la Agencia Nacional de la Policía.