El coordinador de los diputados priistas en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones, resaltó las fortalezas que representa la consulta popular, cuya ley federal que se aprobó el jueves y se mandó al Ejecutivo federal para su promulgación.

 

El diputado federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) afirmó que la aprobación de dicha legislación amplía los derechos políticos de los ciudadanos y actualiza la democracia con un mecanismo más de participación directa en los asuntos públicos.

 

En un comunicado, agregó que es un paso adicional en la modernización del régimen político, el cual se suma a las innovaciones realizadas con la reglamentación de la iniciativa ciudadana y las candidaturas independientes en el marco de la reforma política constitucional de 2012.

 

“La consulta popular permitirá que los ciudadanos expresen su opinión sobre temas de interés público en votaciones que se realizarán el mismo día en que se celebran las elecciones federales”, subrayó el diputado priista.

 

“En caso de contar con el consenso de la mayoría (al menos 40 por ciento de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral), la autoridad correspondiente tendrá la obligación de atender su resultado, expresó en la reunión semanal de evaluación con los vicecoordinadores de la fracción del PRI.

 

Beltrones Rivera sostuvo que la relevancia política de la consulta popular explica el cuidado que se ha tenido en el diseño de los requisitos y procedimientos para su realización.

 

Resaltó que sobresale que, en el momento en que se discuten en diversas latitudes las formas de fortalecer la democracia ante el cambio de la naturaleza de la política nacional por el impacto de la globalización y un fuerte reclamo ciudadano de intervenir y supervisar las labores de gobierno, apoyado en el mayor y rápido acceso a la información digital.

 

Por ello, apuntó que este gobierno y la bancada priista deciden impulsar las innovaciones en las formas de participación ciudadana con el apoyo de la pluralidad política. Así, se hace realidad la combinación de una democracia representativa y participativa.