ATLANTA. Por primera vez bajo el mando de Miguel Herrera, la selección mexicana de futbol no se hizo presente en el marco contrario, luego de empatar sin goles ante su similar de Nigeria, en partido amistoso disputado en el estadio Georgia Dome.

 

El próximo encuentro del cuadro nacional será el 2 de abril en Phoenix, donde medirá fuerzas con Estados Unidos, con miras a la Copa del Mundo Brasil 2014.

 

Un examen nada sencillo fue el que enfrentó México, pero sobre todo los “europeos” que al darse cuenta que ya no tienen un lugar seguro buscaron ofrecer su mejor cara y a algunos les costó mucho, al grado que Miguel Herrera decidió darles muchos minutos en el campo para dejar en claro que quieren y pueden estar en la lista final.

 

El primer cuarto de juego fue complicado para el cuadro mexicano, y fue hasta un disparo de media distancia de Héctor Herrera que se escabulló por encima del travesaño cuando el Tri, que lució uniforme rojo, logró sacudirse un dominio impuesto por el cuadro africano que había sido mejor.

 

Los tres centrales de la escuadra mexicana tuvieron desconcentraciones que cerca estuvieron de reflejarse en el marcador

 

El primero de ellos fue Rafael Márquez, que regaló un balón que terminó en los pies de Emmanuel Emenike, quien entró al área para sacar un disparo potente que Guillermo Ochoa contuvo.

 

Posteriormente, vino un tiro de larga distancia de Oyengi Onazi que Ochoa recostó muy bien, y posteriormente salió a cortar un balón cuando Ahmed Musa amenazaba con enviarlo al fondo de las redes.

 

Cuando parecía que el dominio pronto se reflejaría en el marcador a favor de las “Águilas Verdes”, el disparo de Herrera hizo despertar al Tri, que empezó a tener más el esférico y a poner en peligro la meta de Vincent Enyeama, quien mantuvo el cero en una gran reacción a remate de cabeza de Rafa Márquez en tiro de esquina.

 

Para el complemento, ambos entrenadores decidieron mover sus piezas: Miguel Herrera le dio descanso a Javier Hernández y a Luis Montes para permitir el ingreso de Alan Pulido y el “europeo” Javier Aquino.

 

Al igual que en el primer tiempo, los africanos tuvieron mejor inicio y estuvieron cerca del gol en un balón filtrado para Musa, pero otra vez Ochoa salvó al representativo mexicano de verse abajo en los cartones.

 

Alan Pulido respondió con disparo de media distancia que obligó al portero Ejide, quien ingresó en el complemento, a enviar el esférico a tiro de esquina.

 

Los diversos cambios de ambos cuadros descompusieron un poco el partido, pero los dirigidos por el “Piojo” Herrera se acomodaron mejor en la cancha, sobre todo con los ingresos de Carlos Peña y Raúl Alonso Jiménez.

 

En la única jugada en que Andrés Guardado llegó a línea de fondo, puso un balón en el área, pero con demasiada fuerza, por lo que Jiménez no pudo hacer un remate adecuado y mandó el balón a un costado.

 

La recta final fue intensa, con más ganas que buen futbol, pero ninguna de las dos escuadras fue capaz de romper el cero en el tanteador, con lo que se concretó el primer empate de México en la era del “Piojo”.

 

El arbitraje estuvo a cargo del costarricense Walter Quesada, quien tuvo una actuación regular. Amonestó a Kenneth Omerou al minuto 68, a John Obi Mikel al 75 y a Emmanuel Emenike a los 79 por los nigerianos.

 

 

Alineaciones iniciales:

 

Se desborda afición

Los sarapes, jorongos, penachos y colores netamente mexicanos predominaron en las calles de esta ciudad, de los “paisanos” que viven aquí y en las cercanías, con lo que le dieron la bienvenida al Tri, en un paso que los acerca más a Brasil 2014.

 

La expectativa por ver al cuadro que dirige Miguel Herrera fue tal, que ni el frío con lluvia que se dejó sentir en días pasados decidió hacer acto de retirada no total, aunque sí se replegó un poco, lo que permitió que la afición se quitara las chamarras y el ánimo aumentara.

 

La ciudad medianamente tranquila, principalmente en el centro, ya entrada la noche, sufrió un cambio casi total con la marea verde, que invadió las calles, algo ajeno a los estadunidenses, que no terminan de acostumbrarse a vivir con este deporte y costumbre, que para ellos son relativamente extraña, de la afición mexicana.

 

Muchos mexicanos, sin embargo, ya adoptaron muchas prácticas de los estadunidenses, como realizar el asado en el estacionamiento, solo que la carne bien acompañada por unas tortillas y su salsa, según ellos “bien picosa”.

 

Algunos nacidos de este lado dividen su corazón y presumen unas playeras con el modelo del jersey de la selección mexicana, pero con la mitad de la bandera de Estados Unidos, para dejar en claro que no olvidan sus orígenes, pero viven su presente.

 

Así como hubo mariachis, no faltaron los tambores, quizá muchos de ellos venidos de África, ya que Nigeria no estuvo sola, ya que algunas personas de ese continente respaldaron a las “Aguilas Verdes” con danzas que se mezclaron con el “jarabe tapatío” y otras bailes regionales.

 

El segundo paso hacia la Copa del Mundo está por darse, un duelo que define gran parte de la lista final de jugadores, de lo que dependerá en gran parte el éxito o fracaso de esta misión.