Un cúmulo de quejas a través de la cuenta de McDonald’s en Argentina, fue el detonante para que el enojo sobre la escasez de salsa cátsup en los restaurantes de hamburguesas, llegara a los medios de comunicación. En efecto, en la cuenta @McDonalds_Ar se pueden leer mensajes como “Estoy conmocionada” de @natyiooo; “Primero fueron os vasitos de Starbucks, pero no me importó” de @ppeehunsam. El desabasto ocurre en los 200 puntos de venta de las famosas hamburguesas de marca estadunidense.

 

Ante el fenómeno viral, McDonald´s respondió que la escasez de la castup es momentánea. El problema de desabasto lleva ya algunos días y no se sabe el origen del mismo. De acuerdo al portal Infobae, el problema pudo originarse por las restricciones de importaciones obligadas por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández detonaron el problema. La salsa cátsup de McDonald’s se importa a Chile. Lo que es cierto es que la empresa McDonald´s colocó en su cuenta de Twitter el siguiente aviso: “Queremos contarles a nuestros followers que la falta de kétchup en sobres en nuestros locales es momentáneo y esperamos resolverla pronto. Estamos entregando sobrecitos de otras salsas en su reemplazo mientras el tema se soluciona”.

 

Para despejar incógnitas, diversos medios como el periódico Clarín, se comunicaron a las oficinas de McDonald´s en Argentina, los funcionarios únicamente repitieron lo que los clientes ya conocen: prometen solucionar el desabastecimiento en cuestión de días. Durante lo que va del año, las oficinas de las famosas hamburguesas han recibido quejas de clientes que pedían entrega a domicilio. Dicho servicio denominado McEntrega fue cancelado el último día del año pasado. En esa ocasión, la respuesta que se puede leer en calcomanías pegadas en los restaurantes es: “Te proponemos seguir disfrutando de tu comida favorita en los locales McDonald’s o a través de nuestro servicio de AutoMac”.

 

El periódico Clarín recordaba que, para los argentinos, el escenario de comer una hamburguesa en McDonald’s “puede ser casi peor que no haya chimichurri para el asado”.

 

Pero la realidad es que el tema de la cátsup no es un verdadero problema, sí lo es el incremento en el precio de la carne. Ayer, el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, atribuyó el incremento en el precio a maniobras de “especulación” por parte de los productores y calificó a economistas críticos con el Gobierno de ser “agentes encubiertos” al servicio de intereses privados.

“Hay un conjunto de especuladores, de intermediarios, que han establecido un mecanismo de incremento artificial del precio del ganado”, denunció el jefe de ministros en una rueda de prensa.

Capitanich aseguró que con esta estrategia buscan aumentar la presión sobre el Gobierno para realizar exportaciones y así “obtener una ganancia con el diferencial de cambio”.

El jefe de Gabinete subrayó que la producción cárnica no se encuentra afectada directamente por la devaluación del peso porque sus componentes “dolarizados” se reducen a vacunas y escasos insumos, lo que descarta la necesidad de aumentar los precios.

Según medios locales, el valor de la carne ha aumentado al menos un 3 por ciento en los últimos días, pese a la orden del Gobierno de retrotraer los precios al nivel de la segunda semana de enero, justo antes de que la moneda nacional sufriera una abrupta devaluación con la que retrocedió un 17 por ciento frente al dólar en sólo una semana.

El funcionario afirmó también que el secretario de Comercio, Augusto Costa, actuará para evitar los aumentos injustificados de precios y que los importes se adecúen a las valoraciones del Gobierno según los controles sobre la cadena de producción.