El nombramiento de Renato Sales como zar antisecuestros debió haber caído muy mal en la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien lo debe hacer uno de los responsables de su caída política en 2003 cuanto en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se persiguió al empresario Carlos Ahumada, que había financiado al PRD que dirigía doña Rosario y a varios candidatos de izquierda. Lo que no saben, dicen los que saben, es que Sales evitó que se cumpliera la venganza de López Obrador, que quería que la procuraduría capitalina la metiera en la cárcel. No era para tanto, pues, ya que no había cometido un delito como querían en ese momento que le fabricaran.

 

Otro personaje de la vida pública que debe tener al nuevo zar antisecuestros, Renato Sales, en la mira, es René Bejarano, al ex secretario particular del jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador. Sales investigó la corrupción entre Bejarano y el empresario Carlos Ahumada, y contra todas las peticiones en contra y sugerencias, metió a la cárcel a Bejarano. La paradoja es que si no lo hubiera hecho, dicen los que saben, Bejarano estaría todavía en Almoloya, la prisión de máxima seguridad donde otro involucrado, el ex secretario de Finanzas de López Obrador, Gustavo Ponce, sigue recluido.

 

Desde hace varios días han circulado versiones en el entorno íntimo de la maestra Elba Esther Gordillo sobre mensajes hacia destinatarios precisos en el exterior de la cárcel en la que se encuentra. Que no hagan caso a nada de lo que personas cercanas a ella puedan estar diciendo, en forma de advertencias o amenazas, porque no representan su pensamiento. Como hace tiempo dejó saber, en el momento en que recupere la libertad, su único objetivo será dedicarse a sus nietos. Oséase, dicen los que saben, de política nada. Ya aprendió que debía irse y lo hará.

 

Este martes la Junta de Gobierno del Banco de México evaluará si saca del mercado dinero para frenar la tendencia inflacionaria. El presidente del BM, Agustín Carstens abrió esa posibilidad la semana pasada, en el contexto de que ya hizo lo mismo el Fed en Estados Unidos, al retirar cerca de 10 mil millones de dólares en las últimas semanas y subir las tasas de interés para captar recursos del mundo. Esto generó nerviosismo en los mercados bursátiles mexicanos y movimientos en el tipo de cambio. Pero, dicen los que saben, no hay de qué preocuparse, anticipando que el BM decidirá no realizar ningún corto y esperar el comportamiento mundial antes de tomar una decisión que pudiera pegarle al crecimiento.