La población de axolotes se ha ido reduciendo drásticamente en los últimos años en los canales de Xochimilco.

 

En un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), dijo que en el primer censo poblacional que realizó en 1998 la doctora Virginia Graue, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, había 6 mil ejemplares por km².

 

En el segundo, realizado por él y si equipo de trabajo en el 2003 había mil por km² y en el tercero efectuado en 2008, sólo se contaron 100 ejemplares por km².

 

En la actualidad, el biólogo Luis Zambrano del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología de la UNAM, y sus colaboradores se encuentran a mitad del último censo poblacional para tener una estadística real respecto a cuántos axolotes quedan.

 

Comentó que en 2013, durante tres meses se realizó una primera etapa del censo en el que no se no encontró ni un solo axolote, aunque este mes se reiniciará el muestreo.

 

“El proceso se retoma en enero porque es más difícil pescarlos en tiempos de lluvias y para hacer una estimación final de cuántos axolotes quedan en los canales”, señaló.

 

Explicó que en el censo de los axolotes se realizan viajes de campo a Xochimilco, un pescador lanza una atarraya, una red para pescar, al agua de los canales para capturarlos y así poder pesarlos, medirlos y marcarlos.

 

Este proceso se repite varias ocasiones en los mismos canales seleccionados previamente por el equipo del doctor Zambrano y una vez que se obtuvo la información, el sitio queda georreferenciado para tener detectados los lugares donde se encuentra a los axolotes con mayor frecuencia.

 

Indicó que de manera adicional a este censo, impulsa la recuperación del axolote en su hábitat natural. “En un análisis de viabilidad poblacional del Ambystoma mexicanum vimos que se iba a extinguir totalmente para 2018 si no hacíamos nada”, señaló.

 

 

Una deidad azteca

 

El axolote fue muy apreciado por los aztecas,  relata Fray Bernardino de Sahagún en la” Historia general de las cosas de la Nueva España” que el dios Xólotl, hermano mellizo del dios Quetzalcóatl, se negó a sacrificarse en el fuego como los otros dioses para hacer que el Sol y la Luna giraran y así existieran el día y la noche. Xólotl trató de esconderse en los maizales pero fue descubierto, se refugió en los magueyes pero volvió a ser encontrado, hasta que se guareció en el fondo de un lago y se llamó axolotl; su suerte duró poco porque de ahí lo tomaron y lo mataron.