YUBA. Líderes de las partes en conflicto en Sudán del Sur dijeron el sábado que están a punto de firmar un cese del fuego tras un mes de violencia que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha creado “un horripilante desastre de derechos humanos”.

 

El portavoz militar del gobierno Philip Agur, en tanto, dijo que las fuerzas del gobierno recapturaron la importante ciudad de Bor este sábado, tras derrotar a una coalición de unos 15.000 rebeldes.

 

Existen dudas de cuánto poder tiene el líder rebelde y ex vicepresidente Riek Machar sobre algunas de las fuerzas que combaten por él, lo que crea preocupaciones sobre su capacidad para controlar a todos los rebeldes, incluso si firma un acuerdo.

 

En Yuba, la capital del país, el portavoz presidencial Ateny Wek Ateny dijo que consideraba que un alto al fuego sería firmado el domingo.

 

En Etiopía, donde se realizan las conversaciones de paz, el negociador rebelde Mabior de Garang dijo que un acuerdo sería firmado el sábado por la noche. Al parecer, los rebeldes habían hecho una importante concesión, al aceptar un acuerdo de cese del fuego sin vincularlo a demandas previas de la libertad inmediata de 11 prisioneros políticos, considerados clave.

 

Ese punto y otros, incluyendo la retirada de las fuerzas de Uganda que combaten a favor del gobierno, van a ser discutidos una vez sea firmado el alto al fuego y concluyan las hostilidades, indicaron rebeldes.

 

De Garang es el hijo del ex líder rebelde John Garang, que encabezó una sublevación de casi 40 años contra Sudán, pero murió apenas meses después de negociar en el 2005 un acuerdo de paz que despejó la vía para la independencia de Sudán del Sur.

 

El conflicto actual amenaza con dividir la nación más joven del mundo en áreas tribales y se produce apenas 17 meses después de la independencia.

 

La violencia estalló el 15 de diciembre en la capital y se ha extendido por el país luego que varias unidades del ejército desertaron. El presidente Salva Kiir dice que todo comenzó con un intento de golpe de estado, algo que los rebeldes niegan. Se piensa que miles de personas han muerto en el conflicto y centenares de miles han sido desplazadas de sus hogares.

 

El viernes, el asistente del secretario general de la ONU para derechos humanos, Ivan Simonovic, acusó a ambas partes de cometer atrocidades, incluyendo asesinatos en masa, violaciones y el uso de niños como combatientes.

 

Simonovic dijo que la situación es “un horripilante desastre de derechos humanos”.

 

La ONU ha acusado a ambas partes de saquear instalaciones de organizaciones de ayuda humanitaria.