La explotación del gas shale y del petróleo en aguas profundas se realizará en gran parte por la industria privada, nacional e internacional, por lo que Pemex mantendrá sus actividades actuales en aguas someras y en campos maduros.

Esto es lo que declaró Enrique Ochoa Reza, subsecretario de hidrocarburos de la Secretaría de Energía, durante una plática organizada ayer en Washington por el Atlantic Council sobre la reforma energética aprobada el pasado 12 de diciembre por el Congreso mexicano.

 

Cuestionado sobre lo que viene con los cambios constitucionales en el sector, el funcionario explicó que Pemex actualmente tiene 90 días para determinar en qué áreas trabajará y cuáles son los que dejará al privado.

 

Pero adelantó que el director general de Pemex ya manifestó a la Secretaría de Energía el interés de mantener la presencia de la petrolera en sus actividades actuales, es decir, en aguas someras y en campos maduros, con la posibilidad de participar en aguas profundas.

 

En ese sentido, dejará el camino libre a las empresas privadas para la exploración y explotación del gas shale en Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León y Veracruz, así como el petróleo en las aguas profundas del Golfo de México.

 

“Parece ser que la participación (del privado) será posible en aguas profundas y ultraprofundas en el Golfo de México, y en el gas shale y petróleo shale en los estados con frontera con Texas, es decir Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y el norte de Veracruz”, dijo Ochoa Reza.

 

El privado también podrá entrar en el sector de la refinación, con la construcción y explotación de refinerías, así como en petroquímicos, lo que incluye la gasolina.

 

El funcionario recordó que actualmente México debe de importar el tercio del gas natural, la mitad de la gasolina y el 65% de los petroquímicos que se consumen en el país, pues Pemex no tiene la capacidad financiera ni técnica para realizar todas estas actividades, por lo que la reforma del sector energético era necesaria.

 

Por su parte, en un artículo publicado ayer en el diario británico Financial Times, Jason Marczak, director ejecutivo del Atlantic Council, afirmó que los cambios en el sector energético podrían catapultar a México para que pase de ser actualmente el noveno productor mundial de petróleo al quinto productor en una década.

 

“El petróleo ha sido para México lo que Jerusalén para el Medio Oriente: intratable y no negociable. Pero la paraestatal Pemex ha visto su producción caer en los últimos años”, señaló.

 

Contactado por 24 HORAS, el experto estimó que México está viviendo un momento histórico y que si se realiza como se debe, la reforma energética ayudará a catapultar al país a ser un líder en la escena internacional.

 

“El crecimiento económico proyectado es una buena noticia para los 50 países con los cuales México tiene tratados de libre comercio, especialmente para Estados Unidos, que suministra cerca de la mitad de las importaciones de México”, dijo.

 

Detalló que la apertura del sector energético permitirá aumentar 2% el Producto Interno Bruto (PIB) de México y crear 2.5 millones de empleos para el 2025.

 

También comentó que los cambios en los sistemas energéticos que se están realizando actualmente en los países miembros del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, es decir, México, Estados Unidos y Canadá, permitirán dar fuerza a la región como potencia energética internacional y harán que Norteamérica sea cada vez más independiente.

 

No obstante, el presidente Enrique Peña Nieto “tiene que estar listo para el próximo acto. La economía mexicana tuvo resultados más bajos que las expectativas este año; el pueblo mexicano va a querer ver rápidos beneficios económicos a cambio de la reforma energética.

 

“Quienes se opusieron a la reforma continuará luchando. Los resultados deben tener un efecto rápidamente y ser percibidos por los mexicanos todos los días”, concluyó.