El manejo de los animales deben incluirse en los protocolos de atención de emergencias en el país, en los tres niveles de gobierno, debido a que son medios de vida, de protección o compañía para muchas comunidades y su pérdida en las tragedias eleva el daño económico y emocional de los damnificados, coincidieron autoridades federales y expertos nacionales y extranjeros en la materia, reunidos en la UNAM.

 

Proteger y cuidar a los animales es una necesidad preponderante, aseguró Jorge Rivera Álvarez,  encargado de la dirección del Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cenapred), en el foro Retos y Oportunidades para el Manejo de Animales en Desastres en México, organizado por la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA, por sus siglas en inglés) y el Cenapred.

 

Ello, agregó, debido a que no sólo impactan los afectos de las personas y las economías locales, sino que repercuten en los costos directos e indirectos para el desarrollo de una comunidad, que de por si ya vive una alteración a su vida por alguna situación externa.

 

Las personas que sobreviven a un desastre junto con sus mascotas tienen una mayor capacidad para superar la crisis que aquellas que las pierden, destacó Gerardo Huertas, director de manejo de desastres de la WSPA.

 

“Está comprobado psicológicamente… estos animales se han convertido en parte de la familia”, agregó el directivo de la organización internacional de bienestar animal con experiencia en apoyar a distintos países en momentos de emergencia y para generar los programas necesarios que les ayude a prevenir la pérdida de sus medios de vida en algún otro desastre.

 

Se destacó que en el país existe un seguro catastrófico a través de la Sagarpa en el cual hay unos 10 millones de animales asegurados ante una catástrofe, pero aún es un esfuerzo menor debido a que en un 90% atiende sólo ganado bovino y algunos ovinos.

 

En la reunión que tuvo cita en la sede del Cenapred, en Ciudad Universitaria, se concluyó que urge fortalecer la coordinación interinstitucional para identificar las estrategias que deben incluirse en las políticas públicas en materia de emergencias.

 

“Es un primer paso para mejorar la capacidad de Mexico para la gestión del riesgo de los animales en desastres. El compartir experiencias fue valioso”, destacó Rivera Álvarez.

 

La WSPA señaló que, a partir de los retos planteados durante la reunión, elaborará su plan de trabajo para los próximos años, el cual incluirá más alianzas de trabajo con el gobierno, instituciones y organizaciones mexicanas para seguir velando por el bienestar de animales y personas.

 

Y las cifras son contundentes. Nueve de cada diez desastres en los últimos 14 años en México han sido provocados por fenómenos hidrometeorológicos, afectando las actividades agropecuarias, según cifras de Cenapred.

 

Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) revelan que más de mil millones de personas en el mundo dependen de sus animales para sobrevivir.