El Vaticano dio a conocer hoy el cuestionario con el cual consultará a todos los fieles católicos del mundo sobre temas sensibles de la pastoral familiar, entre otros los divorciados vueltos a casar y las uniones homosexuales.

 

Por primera vez la Iglesia católica lanza un sondeo de tan amplio alcance. El objetivo es construir una “fotografía” sobre algunos de los asuntos más delicados en materia moral, para iluminar una cumbre de obispos prevista para el año próximo.

 

Las 38 preguntas del texto fueron ya enviadas a todos los obispos, los cuales deberán transmitirlo a sus sacerdotes y estos, a su vez, recogerán las opiniones de los feligreses. Quienes quieran podrán también mandar sus respuestas directamente al Vaticano.

 

Este martes tres prelados presentaron, en la sala de prensa de la Santa Sede, el contenido del documento preparatorio de la asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos previsto del 5 al 19 de octubre del próximo año.

 

Además de las preguntas el escrito incluyó una introducción que reconoció las “problemáticas inéditas” que se han difundido en los últimos años como las parejas de hecho o las uniones entres personas del mismo sexo, a las cuales a menudo es consentida la adopción de hijos.

 

“Entre las numerosas nuevas situaciones, que exigen la atención y el compromiso pastoral de la Iglesia, bastará recordar: los matrimonios mixtos o inter-religiosos; la familia monoparental; la poligamia, difundida todavía en no pocas partes del mundo”, indicó.

 

“(Así como) formas de feminismo hostil a la Iglesia; pluralismo relativista en la concepción del matrimonio; propuestas legislativas que desprecian la estabilidad y la fidelidad del pacto matrimonial; la difusión del fenómeno de la maternidad subrogada (alquiler de úteros)”, agregó.

 

De las preguntas incluidas en el cuestionario destacan: “¿Cuál es la actitud de las Iglesias particulares y locales tanto frente al Estado Civil promotor de uniones civiles entre personas del mismo sexo, como frente a las personas implicadas en este tipo de unión?”.

 

O “¿qué atención pastoral es posible tener hacia las personas que han elegido vivir según este tipo de uniones?” y “en el caso de uniones de personas del mismo sexo que haya adoptado niños, ¿cómo comportarse en vistas de la transmisión de la fe?”.

 

Sobre los alcances verdaderos de la consulta, el cardenal Peter Edró, arzobispo de Budapest (Hungría) y relator general de la asamblea del Síndo aclaró que “no se deberán esperar cambios en la doctrina católica sobre la familia”.

 

Insistió que el ejercicio busca promover, más bien, actitudes pastorales distintas.

 

“No tenemos ganas de reabrir todo el discurso sobre la doctrina católica, sino en base a la actitud pastoral queremos mirar todas las situaciones. No es una cuestión de opinión pública, la moral no es una cosa plebiscitaria”, precisó.

 

Por su parte Bruno Forte, secretario especial de la asamblea extraordinaria del Sínodo recordó que el Papa Francisco ha sostenido un punto firme: respeto para toda persona humana y, por lo tanto, también por los homosexuales.

 

“Naturalmente la actitud pastoral hacia todo este mundo (gay) debe ser profundizada, en referencia a los nuevos desafíos. No tenemos la respuesta ya lista”, señaló.

 

“El Papa pide a los obispos una ayuda a discernir posibilidades de acogida y comprensión, en la fidelidad a la visión de la Iglesia de una familia donde un hombre y una mujer se unen y procrean niños”, estableció.

 

Por lo pronto todos los obispos del mundo tienen tres meses para responder al Vaticano y en la oficina del Sínodo de los Obispos se realizará un resumen final que servirá como guía de trabajo de cara al encuentro de los prelados.