Además de funcionarios y gobernantes relacionados en la liberación de permisos irregulares de construcción en zonas de riesgo, el mercado negro de la vivienda -en manos de líderes políticos- pone en riesgo al 40% de la población de ciudades ubicadas en zonas costeras de cuatro entidades del país.

 

El presidente de la comisión de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del Senado, Francisco Búrques Valenzuela, reveló a 24 HORAS que “se cuentan por miles” los líderes políticos y de organizaciones que autorizan asentamientos en zonas peligrosas, mismos que se convierten en bombas de tiempo, como la tragedia que vivió Acapulco, Guerrero, por el huracán Manuel.

 

“Hay todo un mercado negro de los asentamientos, mucho más grande –a mi juicio- o tan grande como el de la droga y está en manos de líderes sin escrúpulos que venden la libertad cívica de la gente para votos, que también hacen negocios con autoridades locales”, declaró el senador tras presentar públicamente una iniciativa de ley para ordenamiento territorial y urbano.

 

El senador de la bancada de Acción Nacional (PAN) detalló que el 40% de la población de 20 ciudades localizadas en las costas de Tabasco, Veracruz, Tamaulipas y Sinaloa están asentadas en zonas no planeadas y con peligro de que pueda ocurrir una contingencia por el paso de fenómenos climatológicos.

 

En la mayoría de los casos, según el panista, los permisos ilegales están en manos de los líderes políticos o de organizaciones quienes controlan la invasión a territorios donde no se permite construir y –también- quienes deciden dónde se edificarán las viviendas, actuando impunemente.

 

“La gente en las invasiones paga más caro que si lo hubiera comprado su terreno en el mercado legal, el líder termina cobrando mucho y no les da el título, les cobra doble y copeteado y nunca les da lo que les ofrece, es una de las grandes injusticias que hay en México”, expresó.

 

El mercado negro de la vivienda –continuó el legislador sonorense- actúa impunemente porque hay una legislación que no castiga estos delitos que han sobrevivido durante décadas.

 

La propuesta de reforma urbana contiene castigos severos a estas prácticas y se presentará este mes, antes buscará el apoyo de las fuerzas políticas en el Senado de la República.

 

“A mediados del mes de noviembre se tendrá el borrador consensuado, primer paso de la reforma urbana que llevará muchos años, actualización de ley de asentamientos urbanos, porque significa vidas”, detalló.

 

Pacto sin agenda

 

 

Para el legislador del PAN, ninguno de los 95 acuerdos firmados por partidos políticos y el Pacto por México tiene en agenda una ley que ponga alto a los asentamientos irregulares.

 

De acuerdo con datos de Búrques Valenzuela, 200 mil asentamientos irregulares o ilegales se constituyen como moradas de 200 mil familias al año.

 

“Es un tema que a veces no se entiende hasta que haya una catástrofe como la de Acapulco y si vemos que tenemos  ahorita mismo unas 20 ciudades y que son las candidatas a la siguiente catástrofe”, declaró.

 

Reforma urbana, en este periodo legislativo

 

Antes de que concluya el presente periodo legislativo, el senado presentará una iniciativa de reforma urbana que permita planear, a mediano y largo plazo, el crecimiento ordenado de las ciudades en el país, informó Francisco Búrquez, presidente de la comisión de Desarrollo Urbano y Ordenación Territorial de la Cámara alta.

 

Durante la inauguración del “Foro Temático Nacional: Ordenamiento Territorial y Desarrollo Metropolitano”, el legislador señaló que dicha reforma “pondrá orden en el territorio nacional homologando los factores económico, ambiental, rural y urbano de una manera armónica”.

 

Por su parte, el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín, expresó que la urgencia de esta iniciativa radica en que 60% de los asentamientos urbanos está sobre territorios irregulares.

 

El funcionario explicó la importancia de establecer límites en el crecimiento de las urbes para evitar desastres naturales y, a la vez, propiciar el aprovechamiento de tierras fértiles para producir alimentos y que no se conviertan “en una plancha de cemento”.

 

Asimismo, el secretario señaló que la nueva política de desarrollo urbano tiene como base el ordenamiento territorial, por lo que no está dirigida a la creación de más casas sino a tener mejores ciudades.

 

“Hablar de la edificación de las ciudades y la planeación del territorio no tiene que ver con un problema estético, sino con la forma que se construye el país y se distribuye la generación de oportunidades”, concluyó Ramírez Marín.