El LP, casete, grabadora, disco compacto, walkman, discman, iPod, fonógrafo, tocadiscos… cambiaron las dinámicas sociales y culturales de la gente. Pasaron de ser grandes muebles que servían, incluso, para adornar las salas y comedores de los hogares a unos aparatos que también facilitan el aislamiento de los individuos tan sólo con ponerse los audífonos.

 

Se ha dicho demasiado en el campo de los estudios culturales sobre cómo la imprenta modificó la forma de hacer escritura, de pensar, leer y crear conciencia; se puede decir lo mismo sobre internet, que ha cambiado nuestra forma de organizar los documentos, de leer, comunicarnos y escuchar la música. Por ejemplo, los fenómenos de YouTube y Spotify necesitan que los usuarios ejerciten su memoria sobre sus artistas preferidos con el fin de escucharlos online en las fiestas. No funcionan si no sabe a quién quiere escuchar, qué disco, concierto o canción. A diferencia de la fotografía que es utilizada como una especie de descargo de la memoria pues las imágenes son ese respaldo de lo que uno no quiere grabar en el disco duro de la mente, para eso están las redes sociales donde se suben los fotos. Ellas reactivan nuestros recuerdos cada vez que consultamos el post donde las hemos colgado.

 

La música se ha vuelto cada vez más individualizadapersonalizada desde los tiempos del walkman, discman y el iPod. ¿Qué dinámicas sociales y culturales ocurren cuando uno ya no escucha música desde aparatos fijos y grandes? ¿Qué dinámicas sociales y culturales ocurren cuando uno se pone los audífonos para envolverse en una capa sódica móvil? Sobre estos asuntos se desarrollaron investigaciones en los años 80 para revisar la historia cultural de los aparatos de reproducción musical.

 

audio

 

Esteban King, uno de los curadores de la exposición “Sonorama. Arte y tecnología del Hi-Fi al MP3” que se inaugurará el 24 de octubre en el Museo del Chopo, dice en entrevista que abordarán los cambios sociales que han generado las plataformas de reproducción musical en los últimos 60 años; planteamientos hechos desde el punto de vista del arte contemporáneo.

 

Invitaron a artistas contemporáneos que participaran con piezas especialmente hechas para la exposición y así poder llevar a cabo una revisión cultural de cómo las diferentes tecnologías y soportes de reproducción musical modificaron y, cambian, la forma de escuchar música, hacerla, producirla; de cómo alteran las dinámicas sociales y reconfiguran el espacio social.

 

“Inicia con el Hi-Fi, momento en que nacen los grandes muebles, las consolas que modificaron el espacio del hogar. Esta revisión la hace Tania Candiani, una artista que ha trabajado mucho sobre arte-lenguaje-tecnología y reproduce uno de estos muebles y al mismo tiempo ponemos allí unas pinturas históricas de Kazuya Sakai, pintor que tiene una serie de cuadros con nombres de compositores como “Xenakis” Él pinta también bandas de colores que hacen referencia a la definición del sonido”, detalla King.

 

Agrega que Paola de Anda, otra de las participantes, “es una artista que revisa a través de un video cómo la grabadora fue un centro de articulación social en las fogatas, todos los momentos de socialización con los amigos que prendías el aparato y todos se sentaban alrededor. Son momentos que no se pueden pensar sin esa tecnología móvil”. También colaboran Gustavo Artigas, Ulises Carrión, Emilio Chapela, Arcángel Constantini, No Grupo, Melquiades Herrera, Guillermo Santamarina, entre otros.

 

La música incluye dinámicas sociales que van desde el joven que salía de su casa con una grabadora sobre el hombro a todo volumen hasta los adolescentes contemporáneos que se encapsulan con la ayuda de sus audífonos de la escena familiar. “Sonorama. Arte y tecnología del Hi-Fi al MP3” será expuesta además en el Museo El Chopo, en Santa María la Ribera, lugar donde se creó uno de los tianguis culturales más importantes de los últimos años en la ciudad de México donde se intercambiaban discos de artistas poco conocidos, ahora ese espacio ya perdió todo lo cultural para ser otro más de los tianguis que tiene el DF.