ana-saldañaLa felicidad ha sido objeto de estudios, de artículos de superación personal, psicología y hasta economía. Hasta el pequeño país de Bután adquirió fama mundial al desarrollar un índice de Felicidad Nacional Bruta como modelo de desarrollo alternativo. Justo la semana pasada, Tshering Tobgay, su nuevo primer ministro anunció que esta doctrina basada en la felicidad ha impedido a su país hacer frente a los verdaderos problemas. Tobgay considera que es una “distracción” hablar de la felicidad cuando enfrentan deuda, desempleo y la percepción creciente de corrupción.


¿Será que olvidamos que para alcanzar la felicidad hay que ser proactivos y no desasociarnos de la realidad?

Recuerdo hace tiempo una entrevista que le hicieron al cantante Bono al promocionar la campaña de RED, que lucha contra el SIDA. Al preguntarle sobre RED y su voluntariado, dijo “se trata de hacer lo que te gusta y hacer el bien al mismo tiempo”.

P8_peque-genios1¿Será que la felicidad se encuentra en hacer el bien? Distintos estudios han demostrado que el dedicarle tiempo a una causa puede redundar en felicidad. George Vaillant, profesor de la Universidad de Harvard, siguió las vidas de un grupo de graduados de esta prestigiosa casa de estudios durante 40 años. Encontró que el altruismo es una de las cualidades más importantes que ayudaron a los graduados a manejar el estrés en su vida. Además, evidenció que los individuos que donaron sus servicios tenían una mayor longevidad, un sistema inmunológico fortalecido, menos gripas y dolores de cabeza, así como buenos hábitos de sueño. Descubrió que nuestras prioridades cambian con el paso del tiempo y que conforme evolucionamos, somos más generosos.

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Cuando investigadores en la London School of Economics examinaron la relación entre el voluntariado y la felicidad en un grupo de adultos, encontraron que mientras más donaban su tiempo, más felices eran. En el estudio, la gente que donaba su tiempo una vez al mes incrementaba su nivel de felicidad en 7% y si lo hacían más frecuentemente (dos a cuatro semanas) el porcentaje aumentaba a 12%.

Encontrar una causa para la cual puedas aportar, ya sea recursos o tiempo, es fundamental para encontrar esa tan llamada felicidad. Lo sé de primera fuente. Este año empecé a donar mi tiempo en Quiera, una Fundación que transforma las vidas de niños y jóvenes en riesgo de calle. Justo este jueves celebró su 20 aniversario.

P8_Spot_Institucional_QuieraLa problemática de los niños y jóvenes en riesgo de calle es una situación compleja. Los niños y jóvenes dejan su hogar por diferentes causas. Involucra una serie de factores que van desde la pobreza, violencia y falta de oportunidades, entre otros, que los orilla a entrar en círculos que son difíciles de romper. Es un problema gravísimo para nuestra sociedad y que requiere de una atención integral y de largo plazo como la que ofrece Quiera.

No me había quedado claro el grado de impacto que tiene esta fundación en las vidas de los jóvenes hasta que conocí la inspiradora historia de Denise. Fue la oradora principal en la reciente entrega de diplomas de este ciclo escolar. Su voz temblaba mientras les decía a los chicos que nos acompañaban que ella, al igual que ellos, vivía en la marginación y el olvido. Que era una sobreviviente y que gracias a Quiera conoció otros mundos, gracias a que la fundación creyó en ella y le enseñó a creer en ella misma. Nos contaba que contra todo pronóstico, viviendo en un barrio azotado por la pobreza y rodeada de un mundo lleno de adicciones, violencia, abusos, embarazos adolescentes y deserción escolar que habían llevado a amigos suyos a la cárcel e incluso hasta la muerte, estaba a punto de P8_terminar su carrera en Comunicación. Nos relató que ella había vivido una vida de carencias que se multiplicaban al crecer su familia. Mientras la escuchaba se me llenaron los ojos de lágrimas y se me hizo un nudo en la garganta. Me mostró lo especial que era el círculo virtuoso que se había creado al momento de entrar en contacto con Fundación Quiera. A lo largo de más de 10 años de conocernos, habíamos encontrado en el espíritu luchador y las ganas de superación de Denise la mancuerna perfecta para transformar su vida. Hoy, no sólo ella, sino su familia se verá beneficiada por esta nueva oportunidad. ¿Cuántas veces podemos decir que somos capaces de cambiar una vida? Fundación Quiera, a lo largo de sus 20 años, ha logrado transformar esta historia, así como la de 198 mil 770 chicos más. Sin duda, no hay felicidad más grande que el saber que hemos podido hacer que los sueños de Denise y muchos niños y jóvenes como ella se hagan realidad. A través de Fundación Quiera chicos sin esperanza pueden soñar en grande. Hoy entiendo que hay mucha felicidad cuando uno da a los demás.

¡Felicidades, Fundación Quiera por estos 20 años!

Espero que tengas un maravilloso día y recuerda: ¡Hay que buscar el sabor de la vida!

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