SHANGHAI. Rafael Nadal dijo que su opinión de que se juegan demasiados torneos en canchas duras no ha cambiado por el éxito que ha tenido este año en esa superficie. Sencillamente, tiró la toalla en su intento por cambiar el sistema.

 

El español, que arrebató el lunes a Novak Djokovic el primer puesto del ranking mundial, ha ganado 27 de sus 28 partidos en canchas duras en 2013, incluyendo su segunda corona del Abierto de Estados Unidos y tres trofeos de Masters.

 

Su dominio en la superficie rápida es la mayor sorpresa de su exitoso regreso a las pistas, luego de una ausencia de siete meses por una lesión en la rodilla izquierda.

 

Nadal dijo el martes en el Masters de Shanghai que todavía cree que hay demasiados torneos en canchas duras, pero dijo que ya no tratará de cambiar las políticas de la ATP.

 

“Ya no voy a involucrarme en la política del deporte. Sé que aunque tengas una postura fuerte, y aunque creas que los cambios son posible, sé que siempre hay un muro que es imposible superar”, comentó.

 

El campeón de 13 torneos de Grand Slam ha pedido una temporada más corta y más torneos en canchas de arcilla para reducir el desgaste físico, y evitar lesiones en las articulaciones como las que ha enfrentado en años recientes.

 

“Lo digo porque creo que sería justo para las próximas generaciones, que puedan jugar en una superficie más benévola con el cuerpo, tratar de tener una carrera más larga, tratar de estar más saludables cuando terminen sus carreras”, agregó.

 

Djokovic dijo que comparte las frustraciones de Nadal sobre las dificultades para implementar cambios en el tenis.

 

“Desde hace cinco años intentamos de diferentes maneras implementar algún cambio en el itinerario, los torneos, diferentes formatos”, señaló el serbio. “Pero el sistema tiene raíces profundas. Es muy difícil cambiarlo”.

 

“Entiendo por qué Rafa dice que está harto de eso, porque a fin de cuentas no puedes hacerlo solo. Es mucho más profundo que eso”.

 

Nadal y Andy Murray han sido los principales críticos del itinerario en años recientes, y Murray incluso propuso hace dos años que los tenistas boicotearan el tour si los organizadores no tomaban sus quejas en serio.

 

Nadal criticó a Roger Federer en la víspera del Abierto de Australia del año pasado por no involucrarse más en la lucha por mejorar el calendario.

 

Ahora, parece que Nadal no quiere seguir en la batalla.

 

“Lo que digo lo digo porque es lo que siento”, señaló. “Si me llama alguien de la ATP y me pregunta, diré lo mismo. Pero, como siempre, no cambiará nada”.