Estaba eufórico, con su frecuencia cardiaca acelerada, se sentía drogado, pero a simple vista su pupila no estaba dilatada. Después de tres exámenes el médico legista corroboró: el joven no tenía nada, no había ningún tipo de intoxicación en su organismo.

 

“Psicológicamente se estaba sintiendo padre pero no fue así, porque lo que le vendieron fue carbonato y no cocaína como él creyó”.

 

Como este caso, a diario tanto en el Distrito Federal como en el resto del país se registran casos de persona adictas que consumen algún tipo de droga que está adulterada o mezclada con otro tipo de sustancias, que además de fomentar una adicción en quien la consume trae consigo mayores repercusiones a la salud, incluso causar la muerte inmediata.

 

Ante esta problemática, ninguna autoridad a nivel local ni federal es capaz de determinar el grado de adulteración o “pureza” de las sustancias ilegales que son aseguradas en el país.

 

En consecuencia, es difícil determinar los efectos y daños colaterales que causan las drogas que son consumidas por niños y jóvenes, advirtió Marcela García Torres Vega, titular de la Fiscalía Antinarcomenudeo de la PGJDF, en entrevista con 24 HORAS.

 

“Ni PGR hace pruebas para determinar la pureza de los narcóticos, sólo se hacen cuando se trata de peticiones expresas. Sabemos que en general y desafortunadamente para este tipo de consumo la mezcla se da en el aspecto de las caínas, y aunque (la droga) sigue teniendo el precursor activo, quién sabe cuántos cortes tenga”, sostuvo la funcionaria local.

 

De acuerdo con Torres Vega, el principal motivo que dificulta determinar el nivel de pureza de la droga que se asegura como parte de algún cateo o una detención, es el tiempo constitucional que tienen las autoridades que ponen a disposición del Ministerio Publico para determinar la situación jurídica de la(s) personas detenidas con el narcótico.

 

“Generalmente la prueba química  que se hace en la institución y en este tipo de delitos es para determinar si es positivo a caínas. Si da positivo, se determina el tipo de caína que dio, y el químico en el laboratorio informa que es clorhidrato de cocaína pero no especifica si es pura, diluida, mezclada, eso llevaría más tiempo, y nosotros (PGJDF) trabajamos con 48 horas del término constitucional para el Ministerio Público”, sostuvo Torres Vega.

 

El problema de la adulteración de las sustancias ilegales que se comercializan es también una consecuencia de las variaciones que se han registrado en el tráfico, y  las políticas de producción y oferta de los mercados ilegales, así fue señalado en entrevista a este diario por el asesor regional sobre el Abuso de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Luis Alfonzo Bello.

 

“Los países que antes se les consideraba productores, consumidores y de tránsito, es una realidad que ha venido variando donde se han generado mercados locales tanto en lo centros de producción como en los de tráfico (…)

 

“En esta nueva tendencia, la alteración de las drogas resulta casi una norma. El mecanismo del tráfico va dejando una estela de mercados que van afectando también las características que tiene la salud de la población en términos de las consecuencias que tiene el consumo de sustancias”, advirtió el experto a inicios de septiembre.