Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad de la ONU exigió hoy facilitar el acceso de ayuda humanitaria en Siria, pidió al régimen sirio poner fin a las trabas burocráticas e instó a todas las partes a desmilitarizar los centros médicos y escuelas.

 

“Instamos a las autoridades sirias a adoptar medidas de inmediato para facilitar la expansión de las operaciones de socorro humanitario y eliminar los impedimentos burocráticos y otros obstáculos”, dijo el Consejo en una declaración presidencial.

 

Asimismo, instó a todas las partes a garantizar la seguridad del personal que participa en las actividades de socorro, y a establecer rutas para posibilitar el paso “seguro y sin trabas” de los convoyes humanitarios para acceder a las personas necesitadas.

 

“Estamos gravemente alarmados por el rápido deterioro de la crisis humanitaria y observamos con preocupación que varios millones de sirios, en particular desplazados internos, necesitan asistencia humanitaria inmediata ya que sus vidas corren peligro”, indicó el Consejo.

 

Además, por primera vez el Consejo de Seguridad condenó el aumento de los atentados terroristas cometido “por organizaciones y personas asociadas con Al Qaeda”, y exhorta a todas las partes a que se comprometan a poner fin a esos actos.

 

El texto, patrocinado por Australia y Luxemburgo, pide a todas las partes que faciliten el acceso a las personas necesitadas, “incluso a través de las líneas del conflicto y, cuando corresponda, a través de las fronteras con países vecinos”.

 

Además, el Consejo instó al Gobierno sirio a “acelerar” la aprobación de más ONG nacionales e internacionales para que participen en las actividades de socorro, y a simplificar los procedimientos para nuevos centros humanitarios, y las visas para el personal y convoyes humanitarios.

 

En concreto, pidió al régimen de Bachar al Asad que acelere los permisos exigidos para la importación de bienes y equipo, como instrumentos de comunicación, vehículos blindados de protección y el equipo médico y quirúrgico necesarios para las operaciones humanitarias.

 

El Consejo reconoció que la magnitud de la tragedia exige una “acción inmediata” para facilitar la asistencia, y tras condenar todos los casos de denegación del acceso humanitario, recordó que puede constituir una violación del derecho internacional.

 

También expresó su “profunda preocupación” por las consecuencias de la crisis de refugiados, con dos millones de personas huidas del país, y sus “efectos desestabilizadores” en la región, y en concreto en vecinos como Jordania, Líbano, Turquía, Irak y Egipto.

 

El Consejo también instó a la comunidad internacional a responder “con celeridad” a los llamamientos humanitarios de la ONU para atender las necesidades, en particular los desplazados internos y de los refugiados sirios en los países vecinos,

 

Así, pidió que se asegure que todas las promesas de ayuda “se cumplan íntegramente”, e instó a los estados miembros a aumentar su apoyo para paliar las crecientes repercusiones políticas, socioeconómicas y financieras de la crisis de refugiados.

 

Por último, advirtió de que la crisis humanitaria seguirá deteriorándose mientras no haya una solución política, y exigió a las partes trabajar para lograr el fin inmediato de la violencia y las infracciones y abusos del derecho internacional. EFE