Las columnas que soportan una vivienda, incluso el cuarto de baño de la vivienda pueden hacer la diferencia en caso de un sismo como el ocurrido en la Ciudad de México hace 28 años,  coinciden especialistas.

 

Fernando Álvarez, oficial de enlace de la Brigada de Rescate Topos Tlatelolco A.C., explica que los cuartos de baño se consideran zonas seguras para una o dos personas colocadas en posición fetal debido a que las paredes se encuentran cercanas y ofrecen una mayor resistencia, sólo hay que evitar espejos y ventanas.

 

Respecto al llamado “triángulo de vida”, asegura que puede salvar hasta 90% de las personas atrapadas en edificios después de un sismo; sin embargo, las autoridades mantienen reservas sobre esta recomendación.

 

En un reporte sobre el tema, la Subdirección de Riesgos Estructurales del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), aclara que el triángulo de vida se puede establecer como parte de un procedimiento de respuesta y resguardo ante la incidencia imprevista de un sismo.

 

La conformación de un triángulo de vida puede ser un recurso para preservar la vida durante un sismo. Sin embargo se tendrá que considerar, por ejemplo, que las camas tengan una estructura de madera o metal (en lo que se conoce como tambor o base) suficientemente rígidas, continuas, es decir con una antigüedad menor a 30 años, y monolíticas.

 

Al respecto, Fernando Álvarez señaló que “en promedio 90% de las personas que se han colocado en un triángulo de vida han sobrevivido, porque las heridas son menores, incluso podría ser que no quede alguien atrapado o con heridas grandes y que pueda salir por su propia cuenta”.

 

Desde 2005 comenzó a divulgarse por correo electrónico las recomendaciones que el rescatista Douglas Copp llamó “Triangle of life” (Triángulo de vida) para sobrevivir en caso de un terremoto.

 

El método plantea que al derrumbarse o al presentarse un sismo de alto grado en un edificio se crean triángulos de vida, que son el estrecho espacio que se forma al lado de un mueble, sea un armario, cama o un sofá. Un segundo lado del triángulo es el suelo y el tercero es una incógnita, ya que puede ser el techo u otro mueble que  caiga encima. Dentro de estas opciones entran tanto las columnas, como los muros o cuartos de baño.

 

En contraste, Delfino Hernández Láscares, responsable del Laboratorio de Riesgos Geológicos de la UAM-Iztapalapa, indicó que el triángulo de vida carece de reconocimiento por las autoridades debido a que éste sólo se crea por coincidencia durante los sismos, “los triángulos de vida no existen”.

 

En otro tema, al preguntarle sobre qué tan preparada se encuentra la sociedad capitalina ante un sismo consideró que “si calificáramos al ciudadano del cero al 10, siendo 10 la calificación más alta, tendría un dos; hemos avanzado desde lo ocurrido en el 85, pero falta aún más en materia de educación de protección civil”.

 

 DATO

 

30.8% de las viviendas en el DF se clasifican como departamentos en edificios

FUENTE: Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).