Estados Unidos reveló que ha movilizado aviones tripulados para ayudar a la policía mexicana en la identificación, captura y eliminación de algunos de los criminales más buscados, en el marco de una operación encubierta conocida como “Lowrider”, afirmó la cadena Fox News.

 

La cadena estadunidense  sostuvo que se realizó bajo la dirección del Mando Conjunto de América del Norte, del Pentágono.

 

“Lowrider” comenzó en 2011, tras el asesinato en San Luis de Potosí del agente de Inmigración y Aduanas, Jaime Zapata.

 

Phil Jordan, un ex agente especial de la Dirección de Control de Drogas y director del Centro de Inteligencia de la DEA en El Paso, Texas, dijo a Fox que la operación “ha sido exitosa en la identificación, eliminación o procesamiento de quienes traen toneladas de drogas a Estados Unidos”.

 

En los últimos siete años la guerra en México contra los traficantes de drogas y los conflictos entre organizaciones criminales han dejado más de 60,000 muertos y miles de personas desaparecidas.

 

A diferencia de los aviones no tripulados (drones) que opera el Departamento de Seguridad Nacional en la vigilancia de la frontera, según Fox los dos aviones a hélice en la Operación Lowrider son tripulados por personal de un contratista, Sierra Nevada.

 

El portal Vocativ.com, que se especializa en alta tecnología, indicó que “a medida que subió la cuenta de muertos el Pentágono decidió lanzar una operación de inteligencia sin precedentes”.

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“Los militares (estadounidenses) iniciaron una serie de misiones de vigilancia dentro del espacio aéreo mexicano usando técnicas y equipos refinados en Irak y Afganistán”, añadió Vocativ.

 

“Y al igual que tantas empresas militares desde los ataques terroristas en Estados Unidos en 2001, el contrato se privatizó: sin un proceso de licitación el Gobierno asignó la tarea a Sierra Nevada que proporciona los aviones, los pilotos y el personal de apoyo para las misiones secretas”, continuó el informe.

 

El portal atribuyó a “un informante involucrado en el programa” la versión de que los aviones tripulados despegan de Texas, cruzan la frontera, penetran el espacio aéreo de México y llevan a cabo misiones de reconocimiento sobre ‘patrones de comportamiento'”.

 

Esta es una técnica por la cual los pilotos observan desde el aire y determinan los horarios e itinerarios de los adversarios. Los aviones están equipados con avanzada tecnología de interceptación electrónica y cámaras “capaces de seguir a un sospechoso desde diez kilómetros de distancia”.

 

FOX señaló que la operación no está libre de riesgos y recordó que hace diez años dos aviones de observación estadounidenses se estrellaron en misiones similares en Colombia.

 

“Los guerrilleros mataron a un piloto estadounidense y mantuvieron a otros tres estadounidenses cautivos durante seis años”, agregó FOX. “Aquella operación, con un costo de 8,6 millones de dólares, también estuvo a cargo de un contratista militar, Northrup-Grumman”.