Mario Núñez Meza, alias El M-10, sospechoso de múltiples homicidios en el norte del país, entre ellos el de 102 personas encontradas en narcofosas en Durango, y posiblemente vinculado con ataques con coches bomba, fue detenido ayer por policías estatales en Chihuahua, junto con un arsenal de granadas y explosivos.

 

El narcotraficante, identificado por Estados Unidos como operador del Cártel de Sinaloa hasta 2011, cuando se habría separado del grupo, fue capturado en un hotel de Ciudad Juárez por agentes de las Divisiones de Prevención e Investigación de la policía única estatal.

 

“Los primeros elementos que tenemos que vinculan a este personaje son hechos muy sangrientos en Durango y Chihuahua, y según sus declaraciones está vinculado a cientos de homicidios, fundamentalmente en Durango”, afirmó el gobernador de Chihuahua, César Duarte.

 

Luego de ser detenido, el ex colaborador de Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, reveló la ubicación de una casa de seguridad en la capital de Chihuahua.

 

La Fiscalía informó que tras el operativo realizado en esa residencia se aseguraron entre otras cosas 15 salchichas del explosivo denominado “Tovex”. Se trata del mismo explosivo utilizado en atentados como el del coche bomba del 15 de julio del 2010 en contra de la Policía Federal, que dejó como saldo tres muertos.

 

También se hallaron varios kilogramos más de explosivo en bruto 15 granadas; 2 lanzagranadas, y múltiples armas de fuego.

 

El M-10 fue trasladado a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO)  de la Procuraduría General República (PGR) para declarar.

 

Autoridades de la PGR indicaron que El M-10 o El Mayito, como también se le conoce, será investigado tanto por ejecuciones perpetradas en Chihuahua y Durango, así como por ataques con explosivos en dichas entidades durante los últimos años.

 

Traiciones y acusaciones

 

Mario Núñez Meza, al igual que con su hermano Amado, fue policía municipal de Delicias, Chihuahua, y trabajaba para el Cártel de Juárez, liderado entonces por la familia Carrillo Fuentes, pero los traicionó y se alió con el Cártel de Sinaloa, cuando comenzó la confrontación entre esos dos grupos por el dominio en las operaciones en la frontera de Chihuahua, de las que quería apoderarse El Chapo Guzmán.

 

En la acusación contra El Mayito en la Corte del Distrito Oeste de Texas, con sede en El Paso, el gobierno de Estados Unidos sostiene que El Chapo Guzmán lo designó para controlar Ciudad Juárez y abarcar operaciones en otras ciudades de Chihuahua, Durango y en Culiacán.

 

Sin embargo, sostiene el expediente, en 2011 los hermanos Núñez Meza abandonaron el Cártel de Sinaloa y formaron una organización independiente, aliándose con Adrián Ávila Ramírez, El Bam Bam; Carlos Florez, El Búfalo, y un ex policía identificado como José Luis, El Tocayo o El Pachi.

 

El liderazgo de El Mayito, se distinguió por su extrema violencia, tanto que a su hermano Amado, El M-11, de acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, lo asignó como responsable de los escuadrones de la muerte particularmente en Durango, “es responsable de numerosos actos de secuestro, tortura y asesinato”, indica el expediente.

 

En la Corte de Texas a los hermanos se les acusa, desde 2012, de 14 cargos por pertenecer a una organización criminal dedicada al tráfico y distribución de marihuana y cocaína desde Jalisco hasta Texas; así como lavado de dinero, secuestro y asesinato. En ese expediente también aparecen como acusados 14 integrantes del Cártel de Sinaloa, que operan en Chihuahua y Durango.

 

Las narcofosas

 

El 11 de abril del 2011 la Policía Federal descubrió en el fraccionamiento Las Fuentes de la ciudad de Durango dos narcofosas, una en la calle de Constituyentes y otra en Hacienda. En los siguientes días, tras las excavaciones, se rescataron un total de 102 cuerpos.

 

Investigaciones posteriores revelaron que dichos homicidios estaban vinculados con una lucha que mantenían Los Emes, como se le conocía a la célula criminal encabezada por Núñez Meza, con grupos rivales.

 

También se le atribuye el liderazgo de otra célula delictiva denominada “Gente Nueva”, que en Ciudad Juárez mantuvo una lucha sangrienta con sicarios del Cártel de Juárez, hechos que dejaron cientos de muertos en esa frontera en los últimos años.