Pese a la existencia de una ley que desde mayo pasado faculta a la Procuraduría General de la República (PGR) atraer los crímenes de comunicadores, hasta ahora la dependencia federal no ha atraído los últimos dos asesinatos registrados en Tamaulipas y Oaxaca, criticó el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

 

Mediante un comunicado que tituló “Fiscalía Especial mexicana vacila sobre primeros casos“, el organismo lamentó que la titular de la Fiscalía Especial para Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, de la PGR, Laura Borbolla, haya decidido no atraer los recientes crímenes contra reporteros.

 

“Dos periodistas han sido asesinados desde que la ley entró en vigor y la PGR aún está decidiendo si va a ejercer competencia”, señaló el CPJ.

 

Agregó que algunas organizaciones de periodistas y grupos civiles leen esta inacción como “una señal desagradable que las viejas reglas todavía se aplican”.

 

Mike O’Connor, representante del CPJ en México, recordó que los crímenes recientes de periodistas son los de Mario Jorge Chávez, uno de los fundadores del periódico digital El Ciudadano, cometido en mayo pasado en Tamaulipas.

 

Así como el homicidio el 17 de julio pasado de Alberto López, baleado fuera de la ciudad de Oaxaca- reportero policiaco para el diario El Imparcial y el programa de radio “Foro Político”.

 

“Hay que tener en cuenta lo siguiente: La mayoría de los asesinatos de periodistas ocurren en los estados sin ley, donde las autoridades locales y los grupos del crimen organizado a menudo trabajan en colusión”, acusa O´Connor hacia el final del texto.

 

“Si quiere sobrevivir en esos estados, es posible que la gente que trabaja con (Laura) Borbolla tenga que tomar precauciones para no molestar a la policía local, empujarlos a un lado y tomar bruscamente los casos de periodistas”, remata.