CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco ha dicho hoy que no juzga a los homosexuales, pero se ha mostrado contrario al lobby gay, en unas declaraciones realizadas en el avión en el que viajó de regreso de Río de Janeiro a Roma.

 

“En un lobby no todos son buenos, pero si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, quién soy yo para juzgarla. El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se deben marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”, afirmó y agregó: “¿quién soy yo para criticarlos?”

 

Francisco aseguró que el problema no es tener esa tendencia. “Debemos ser mas hermanos, el problema es hacer el lobby, de esa tendencia, o de políticos, masones. Ese es el problema mas grande”, explicó.

 

El pontífice hizo estas manifestaciones en el avión que le llevó hoy de vuelta de Río de Janeiro a Roma, en el que habló con los periodistas que le acompañaban durante una hora y media, contestando a todas las preguntas que le hicieron en total libertad.

 

El papa también se refirió a la reforma de la Curia romana y aseguró que no ha notado “resistencia” dentro del Vaticano a la reforma, pero que lo esencial es “la transparencia y la honradez”.

 

Asimismo, Francisco abogó por un mayor papel de la mujer en la Iglesia, pero rechazó la posibilidad de que puedan acceder al sacerdocio.

 

“Sobre la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y ha dicho no. Lo dijo Juan Pablo II con una formulación definitiva. Esa puerta esta cerrada”, dijo.

 

Francisco manifestó que una iglesia sin mujeres es “como el Colegio Apostólico sin María”.

 

“El papel de la mujer en la iglesia no es sólo la maternidad, ser madre de familia. Es más fuerte, es el icono de la Virgen, la que ayuda a crecer a la Iglesia”, dijo.

 

No obstante, Francisco insistió en que la participación de la mujer en la iglesia debe ser “más que hacer de monaguilla o de presidenta de Cáritas, etc… debe ser algo más, la Virgen María era más importante que los obispos y curas”.