A ocho meses de que entró en vigencia la reforma laboral en México, existe inconformidad en cuanto a su aplicación por parte de los sindicatos de trabajadores, empresarios y académicos, lo que pone en riesgo la expectativa que se tiene en la generación de un millón de empleos anuales que se necesitan, según el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados.

 

En el estudio “Reforma Laboral: algunos apuntes para el análisis legislativo”, realizado por el CESOP, se advierte que, en el futuro, la discusión legislativa de una reforma estructural “deberá tener como nunca antes la participación y movilización de los sectores involucrados, convirtiéndose en sujetos importantes en los procesos de revisión y debate legislativo”, con el objeto de evitar el descontento.

 

Aunado a esto, el documento signado por el investigador José de Jesús González, señala que su aprobación tuvo una “complejidad significativa”.

 

“La falta de consensos entre los diversos actores del ámbito del trabajo, generó que los intentos para construir acuerdos legislativos encaminados a una reforma enfrentaran obstáculos infranqueables” sostuvo el investigador.

 

Resaltó que el tiempo transcurrido desde que se impulsaron los primeros intentos por parte del Ejecutivo de reformar la legislación laboral a fondo, originó que la discusión en el Congreso se estancara y que el tema fuera pospuesto de manera recurrente.

 

Recordó los argumentos presentados por los actores que manifestaron su respaldo a la reforma laboral, entre los que encuentran la Presidencia de la República (entonces dirigida por Felipe Calderón), la Secretaría del Trabajo y la iniciativa privada, representada por el Consejo Coordinador Empresarial.

 

En su momento, los defensores de la reforma señalaron que, con los cambios, se introducirían nuevas modalidades de contratación para flexibilizar el mercado de trabajo e incrementar la oferta laboral, buscando modernizar la impartición de la justicia que daría solución a los conflictos entre patrones y trabajadores.

 

El análisis agrega que por el lado de quienes cuestionan la reforma se encuentran académicos estudiosos del tema y organizaciones gremiales, como la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).

 

En su más reciente reporte, este Centro indicó que aunque el mercado laboral mexicano continúa generando empleos formales, estos siguen siendo insuficientes para satisfacer las necesidades de la población en edad productiva.

 

Según el INEGI, la tasa de desocupación en junio se ubicó en 4.99 por ciento, porcentaje que resultó superior al reportado un mes antes (4.93 por ciento), y al que se registró en el mismo mes del año pasado (4.81 por ciento).

 

Además, la tasa de informalidad laboral fue de 58.26 por ciento de la población en edad productiva, cifra que a pesar de ser inferior a la del año pasado, se mantiene en niveles elevados.