Acompañada por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y de su homólogo de Guatemala, Otto Pérez Molina, la titular de la secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles, dio un discurso por el reinicio de la Cruzada Nacional contra el Hambre que estuvo en receso por los comicios pasados.

 

Al tomar la palabra, desde el municipio Mártir de Cuilapa, Guerrero , la secretaria de Desarrollo Social, aseguró que la Cruzada “es un proceso de largo alcance; los resultados se medirán al cabo de los años, pero es una estrategia efectiva”.

 

En el acto, donde también estuvo presente el gobernador de la entidad, Ángel Aguirre, Rosario Robles señaló que “si algún adversario había que combatir, era el hambre”, para lo cual se “rompió con la idea del gobierno archipiélago” y se fomentó el diálogo intersecretarial para erradicar este problema.

 

La instrucción fue muy clara, se trata de garantizar el derecho a la alimentación, “en este gobierno no hay simulación” por lo cual “estamos construyendo una política social desde abajo” que va más allá del reparto de despensas y beneficia a las comunidades rurales pero también de distintas ciudades, dijo Robles Berlanga.

 

El nuevo enfoque de la política social es la participación ciudadana y comunitaria, se realizaron asambleas, se construyeron comités comunitarios, la gente habló y definió la ruta a seguir, además de que se firmó un convenio con la Universidad Autónoma de Gurerrero para que sus jóvenes sean los brigadistas y hagan el trabajo en las comunidades.

 

Con este programa contra el hambre, se demuestra que el gobierno tiene como premisa ser un gobierno cercano a la gente, que la escucha.

 

Comentó al presidente Enrique Peña Nieto que este ejercicio se empieza a replicar en la mayoría de los municipios, “pero usted nos dio instrucciones claras y reafirmamos nuestro compromiso” con la Cruzada Contra el Hambre, finalizó Robles Berlanga, responsable de la implementación del programa social.

 

En el reinicio del programa Sin Hambre se pusieron en marcha 133 unidades móviles que se distribuirán en el país. De ese número, 50 son para los estados de Hidalgo, Morelos y Puebla, según el programa.

 

Previamente, Peña Nieto se reunió en privado con Pérez Molina en la residencia oficial de Los Pinos, y luego ambos emprendieron el viaje al “banderazo” de la Cruzada que se efectuó en la comunidad de Apango, en el municipio Mártir de Cuilapa, Guerrero.

 

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