La comunidad homosexual rusa vive tiempos difíciles a causa del rechazo del gobierno encabezado por Vladimir Putin, quien recientemente ha propinado fuertes golpes contra este sector.

 

Esta semana, las autoridades rusas expidieron un acuerdo en el que todo aquel que desee adoptar a un niño ruso, debe presentar como requisito obligatorio, un certificado de matrimonio heterosexual, sea un residente local o extranjero.

 

Esto deja fuera de la jugada a los solteros y sobre todo a las parejas homosexuales, que a diferencia de lo que pasa en Rusia, obtiene cada vez mayor aprobación en diferentes países, como Francia, Brasil y Estados Unidos, donde recientemente se ha dado reconocimiento a las uniones gay.

 

La Cámara Baja del Parlamento ruso (Duma), aprobó el pasado 11 de junio el proyecto de ley que prohíbe la llamada “propaganda homosexual”, con  434 a favor y ninguno en contra, con lo que quedaron vetadas las manifestaciones del “Orgullo Gay” y todo tipo de “expresión homosexual” en televisión o por cualquier medio.

 

Las multas por el incumplimiento de estas nuevas disposiciones legales ascienden hasta los 30 mil dólares.

 

Ante el descontento por la aprobación de esta legislación de censura surgieron movilizaciones sociales en las calles de la capital rusa, Moscú, mismas que derivaron en enfrentamientos, detenciones y violencia.

 

Al menos 30 manifestantes fueron arrestados, incluido el líder del movimiento gay en Rusia, Nikolai Alexeev tras la concentración de al menos 300 personas a las afueras de la Duma que posteriormente se enfrentaron a grupos conservadores, tanto políticos como religiosos.

 

Una reciente encuesta del prestigioso centro de investigaciones Levada, realizada en 45 regiones del país, reveló que tan solo el 1 % de los rusos siente respeto por los homosexuales.

 

El 66 % de los rusos (71 % de hombres y 61 % de mujeres) manifestó su rechazo hacia los gays y el 60 % hacia las lesbianas.

 

Recientemente el gobierno ruso multó a un festival de cine gay que se celebra en el país bajo el nombre de Bok o Bok por no haberse registrado como “agente extranjero”, pese a que según los organizadores, no reciben financiación de fuera del país.

 

El próximo 14 de julio, el cantante británico Elton John ofrecerá un concierto en una ciudad rusa y grupos radicales han solicitado al compositor moderar su vestimenta pues pude podría promover la homosexualidad, de rehusarse, el intérprete de “Your song” podría enfrentar a la ley.

 

Mientras en el resto de mundo la aceptación a  los homosexuales, lesbianas y demás integrantes de la diversidad sexual da avances importantes, en Rusia, la represión y la censura al sector podría significar su supresión, al menos en lo que supone el gobierno de Putin.