CHILPANCINGO. Unos 500 alumnos de la escuela Primaria “Lázaro Cárdenas” cerraron la avenida Insurgentes de la capital de Guerrero, donde se ubicaron para tomar clases debido a que siete aulas enfrentan problemas de fisuras en su estructura, que se complicó con el sismo de la madrugada del pasado domingo.

 

Los alumnos, desde temprano sacaron sus butacas de las instalaciones de la escuela primaria ubicada en la colonia Electricista de esta ciudad, cerca del mercado Baltasar R. Leyva Mancilla, y se instalaron en la avenida Insurgentes, como medida de protesta.

 

Durante más de cuatro horas, los alumnos acompañados de los padres de familia, recibieron clases porque sus instalaciones ya son inhabitables, debido al sismo de la madrugada del domingo, con epicentro en el municipio de Huitzuco, de 5.8 grados Richter.

 

Carlos Botello Barrera, director de la escuela primaria, informó que después del temblor de diciembre del 2011, con epicentro en el municipio de Eduardo Neri, cuatro aulas resultaron con fisuras; desde entonces la Subsecretaría de Protección Civil declaró inhabitables las instalaciones.

 

Lo anterior motivó una gestión ante la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) para la reconstrucción de las instalaciones, pero no procedió. El temblor del pasado domingo dañó más las estructuras, lo que pone en riesgo la integridad física de los alumnos.

 

En la capital del país, tras el sismo del fin de semana unos mil 200 alumnos de la Escuela Secundaria Diurna 166 Alfonso Reyes, ubicada en la delegación Magdalena Contreras, continúan sin clases debido a las afectaciones causadas.

 

La víspera protección civil continuaba realizando el dictamen de la afectación a la estructura, sin que se conozca la fecha para que los alumnos regresen a las aulas.