La Policía turca ha detenido a casi 350 personas durante la jornada del domingo en las distintas manifestaciones que se suceden de forma prácticamente ininterrumpida desde la tarde del sábado, informó hoy el diario “Hürriyet”, citando fuentes del Colegio de Abogados de Estambul.

 

Durante todo el día, la Policía intervino con cañones de agua a presión, granadas de gas lacrimógeno y balas de plástico contra miles de manifestantes que trataban de acercarse a la plaza de Taksim, epicentro de las revueltas desde hace casi tres semanas.

 

La emblemática plaza fue desalojada por sorpresa en la tarde del sábado y desde entonces está acordonada, pero las cargas policiales se han sucedido durante todo el día en los alrededores.

 

Gran parte de los 350 detenidos fueron arrestados en el barrio de Cihangir, una zona residencial de clase media, que desde el inicio de las protestas ha sido la espina dorsal del descontento popular, y donde los enfrentamientos con la Policía continuaban hasta la madrugada del lunes.

 

Los detenidos, entre los que se cuenta un ciudadano británico y varios periodista turcos, fueron trasladados a la plaza de Taksim y encerrados en autobuses de la policía, afirma el citado diario.

 

La organización de derechos humanos Amnistía Internacional hizo hoy un llamamiento al Gobierno turco para que ponga fin a la incomunicación de los detenidos y les permita contactar a sus abogados.