Un hombre británico adicto al consumo de refrescos falleció este miércoles tras haber ingerido el líquido hasta llenar sus pulmones que aumentaron hasta cuatro veces su peso normal.

 

Esta persona identificada como Paul Inman, de 30 años de edad, fue encontrada sin vida por un trabajador social en su apartamento situado en la localidad de Haworth, en Yorkshire, Reino Unido.

 

Inman era afectado por el síndrome de Asperger y a los 17 años había sido diagnosticado de esquizofrenia.

 

De acuerdo a la policía, el hombre fue hallado en su cama, boca abajo y hasta este momento no han encontrado indicios que sugieran otras posibles circunstancias de muerte, salvo la ingesta obsesiva de refresco del hombre.

 

El hombre tenía un comportamiento obsesivo por el consumo de refresco, bebía tres litros de este y acudía a la tienda al menos tres veces al día para comprar el líquido, relataron las personas que conocían a Inman.

 

Según estos relatos, la noche anterior el hombre accedió a su departamento con normalidad.