Los traumas azules planearon sobre Morelia durante 90 minutos. Los cementeros se han metido a semifinales tras caer 1-0 con Monarcas, pero han sufrido más allá del límite.

 

Cruz Azul llegó a la vuelta de los cuartos de final con ventaja 4-2 pero con suficientes argumentos para esperar lo peor: si el apagón de veinte minutos en la ida, si un marcador que debió ser más holgado, si los dos goles visitantes morelianos, si los postes… A todo eso se añadieron más fallas inverosímiles de los atacantes celestes, distracciones, el arquero Jesús Corona en plan heroico y una estoica actitud suplicando que Morelia no tuviera capacidad para remontar.

 

En todo caso, los azules se han metido en semifinales y lucharán ahora por desprenderse en definitiva de esa etiqueta de ya-merito. La reciente coronación en la Copa MX llena de fe a sus seguidores, pero es en la liga, donde no se han impuesto en 15 años y medio, en la que han de anular tantos traumas.

 

Todo un caso para hechiceros o, tal vez, para psiquiatras, más la sufrida Máquina aspira otra vez a la corona… ¿Será?