Durante el siglo XVII, en Inglaterra se celebraba un día llamado Domingo de servir a la madre; pero no fue sino hasta 1905, en Estados Unidos, cuando una joven llamada Ana Jarvis, inició una campaña para destinar una fecha específica para rendir tributo a su progenitora luego que ésta murió, su propuesta iba encaminada a celebrar a las madres el segundo domingo de mayo, correspondiente al aniversario luctuoso de su madre.

 

El 10 de mayo de 1913 se emitió la resolución. Fue el presidente Woodrow Wilson quien, el 8 de mayo de 1914, decretó que el Día de las Madres se celebraría en Estados Unidos el segundo domingo de cada mayo.

 

La idea pasó a Europa y casi 40 países en todo el mundo iniciaron las celebraciones. En algunos casos se designó un día específico para llevarla a cabo.

 

En 1922 por idea del periodista Rafael Alducin, en México se adquiere la costumbre de celebrar el Día de la Madre el 10 de mayo.