MADRID. Unos 258 mil somalíes murieron de hambre entre octubre de 2010 y abril de 2012, entre ellos 133 mil niños menores de cinco años, informó hoy la Coordinación Humanitario para Somalia de Naciones Unidas.

 

El reporte indica que lo sucedido en esa nación africana es una de las peores hambrunas en los pasados 25 años.

 

Philippe Lazzarine, titular de esa coordinación, reconoció por su parte que debieron de hacerse más esfuerzos que los realizados luego de que la alerta por hambre fue decretada el 20 de julio de 2011.

 

Recordó que las advertencias sobre la sequía, efectuadas en 2010, no dispararon una acción temprana, y se sufrió un drama sin testigos.

 

Añadió que hoy en día aún suman 2.7 millones de personas las que necesitan asistencia para reconstruir su modo de vida.

 

El documento fue elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) junto con el centro de análisis de la Red de sistemas de alerta temprana contra la hambruna (FEWS NET), financiado por Estados Unidos.

 

Mark Smulders, economista de la FAO, subrayó que “las lecciones extraídas de esta experiencia ayudará a la comunidad internacional a construir un futuro más fuerte y más resistente “.

 

Los autores principales del estudio fueron Francesco Checchi, epidemiólogo de la London School of Higiene and Tropical Medicine y Courtland Robinson, demógrafo y profesor adjunto en el Centro de Refugiados y Respuesta a Desastres de la Escuela Johns Hopkins.