En el año 2005, un grupo de expertos procedentes de Argentina lograron identificar 33 cuerpos de entre un montón de restos humanos desordenados y revueltos entre dependencias y fosas de Ciudad Juárez, Chihuahua, para entregarlos a sus familias.

 

La división, encabezada por Mercedes Doretti , fue requerida por el gobierno estatal luego de sus logros en el estado de Texas, Estados Unidos, donde concretó la identificación de cientos de cadáveres sepultados en fosas comunes de los que no se tenía registro alguno.

 

El Proyecto Frontera de México es un plan piloto, y no se tienen registros de otro corredor migratorio que realice las mismas actividades, que opera primordialmente con los resultados de estudios de ADN que se practican a los restos humanos.

 

“La muerte es vital para cerrar ciclos y sanar las heridas. Todas las familias dicen que la incertidumbre es lo que las está matando” declaró Doretti al diario español El País. Su trabajo pone fin a una búsqueda que parecía interminable para algunas familias de migrantes.

Desde 1984, cuando el grupo de forenses veinteañeros inició labores bajo el nombre de Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), hasta la fecha, la experiencia les ha valido ser llamados para casos especiales por importantes organismos como las Naciones Unidas (ONU) para trabajar en lugares como la propia Argentina, Kosovo, El Congo y México.

 

Tras la oleada de violencia registrada durante el sexenio de Felipe Calderón, que registrara al menos 7 mil muertes por violencia, de los cuales cientos quedaron sin identificación, nació el llamado Proyecto Frontera.

 

La idea central del Proyecto Frontera es compartir información. Su propuesta es construir un mecanismo regional que centralice datos de migrantes desaparecidos y de restos no identificados para poder hacer cruces masivos con información internacional.

 

De esta forma han logrado la identificación y canalización familiar de 29 personas desde 2009 hasta el pasado 2012, una cifra que se lee corta pero que ha significado un gran avance en un terreno prácticamente desierto en materia de registros.

En una entrevista con medios locales, Doretti señaló que la organización registra 448 casos de migrantes no localizados de los cuales, el 25% son mujeres desaparecidas. No se sabe si pudieran estar muertos o no.

 

El trabajo del Proyecto Frontera continúa día con día con entrevistas a los familiares de las personas no locailzadas y con la recopilación de datos de los bancos genéticos que están a su alcance en una labor que no sólo beneficia a México, sino a todos los países centro y sudamericanos, cuyos pobladores buscan mejores oportunidades de desarrollo al tratar de cruzar la frontera con EU.