La Procuraduría General de la República (PGR) inició una averiguación previa por las posibles irregularidades cometidas por funcionarios y ex funcionarios de la dependencia que investigaron la denominada “Operación Limpieza”.
El juez Primero de Distrito de Procesos Penales de Nayarit dio vista a la PGR porque después de terminado el juicio contra el ex su procurador Noé Ramírez Mandujano y analizar las pruebas, detecto que algunas de ellas fueron fabricadas.

 

La “Operación Limpieza” se llevó a cabo entre el 2008 y el 2009, cuando Eduardo Medina Mora era el titular de la PGR (actualmente es embajador de Mexico en Estados Unidos); y Marisela Morales encabezaba la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). Arrojó como resultado más de 30 funcionarios a juicio por posibles hechos de corrupción, pero en los últimos meses, los cuatro acusados de mayor jerarquía han sido absueltos.

 

El juez Mauricio Fernández de la Mora, quien el lunes absolvió al ex zar antidrogas Noé Ramírez Mandujano, notificó directamente al procurador Jesús Murillo Karam, de la posible fabricación de pruebas en el caso y la integración ilegal de declaraciones de forma premeditada.

 

Esta facultad que tiene el juez, y que se conoce como “dar vista”, obliga al Ministerio Público a abrir la averiguación previa correspondiente y en el ámbito de sus facultades, investigar si efectivamente se cometieron dichos delitos, y quienes serían los probables responsables, lo que podría acusar se hasta el más alto rango dentro de la SIEDO en ese momento.

 

Las pruebas anómalas, forman parte de las pruebas de la averiguación previa PGR/SIEDO/UIEDCS/241/2008 que integró en el año 2008 la entonces SIEDO. La consignación de la indagatoria, derivó en la aprehensión del ex titular de la SIEDO Noé Ramírez Mandujano, y el inicio del proceso penal que lo mantuvo preso durante casi ocho años.
La PGR acusó en ese entonces a Mandujano, al igual que otros tres mandos que también recobraron su libertad, de colaborar con el narcotráfico y en específico con la organización delictiva de los Beltrán Leyva, a cambio de pagos que incluso superaron los 450 mil dólares.

 

Sin embargo, Fernández de la Mora, titular del Juzgado Primero de Distritos de Nayarit, al dictar sentencia absolutoria a Mandujano, confirmó que el caso estuvo sustentado en testigos colaboradores, y principalmente en “Jennifer”, quien es en realidad Roberto López Najera, un abogado que colaboró con los Beltrán Leyva.

 

“Con el testigo colaborador con nombre clave Jennifer se advirtió fabricación de pruebas, motivo por el cual se dio vista al Procurador General de la República, para que conforme a sus atribuciones procediera a la investigación de posibles delitos cometidos por parte de la fiscalía que recabó dichos testimonios”, indicó el Consejo de la Judicatura Federal.

 

El juez también desestimó señalamientos de otros testigos protegidos al advertir que se obtuvieron de “manera ilegal”.
La situación es aún más grave pues Fernández de la Mora sostuvo que hay indicios suficientes que permiten corroborar que en efecto, existió corrupción de altos mandos de la SIEDO, pero las pruebas irregulares aportadas no comprobaron que Mandujano perteneciera a dicha red, y en consecuencia se le dejó en libertad.

 

Sobre probables responsables, autoridades de PGR indicaron que se tendrá que investigar a fondo el asunto para comprobar primero que existieron dichas anomalías, antes de señalar a culpables.

 

Incompetencia y corrupción

 

Ex servidores públicos de áreas de justicia y seguridad pública consultados por este diario, coincidieron en señalar que los testigos protegidos o colaboradores son un recurso válido para una indagatoria, siempre y cuando sean un complemento de otras evidencias científicas y periciales que ayuden a forma ruan prueba plena.

 

“El problema es que en México se ha abusado de los testigos protegidos o de recursos como el arraigo para integrar acusaciones completas en vez de realizar otras indagatoria; es un caso de incompetencia pero también de corrupción de los que intervinieron y supieron de esa investigación”, indicó uno de los ex funcionarios que pidió reserva con su identidad.

 

Señalaron además, que de forma similar a como sucedió con el asunto de Florence Cassez, la actuación anómala de los investigadores pudo derivar en que se liberara a personas pro vicios en la integración de la acusación, sin que haya quedado necesariamente demostrado que fueran inocentes.

Mandujano denunció anomalías

 

En entrevistas concedidas desde prisión en 2009, Ramírez Mandujano advirtió que  funcionarios de la PGR alteraron premeditadamente las pruebas para inculparlo.

 

Denunció por ejemplo, que se alteraron sus bitácoras de entrada u salida de la SIEDO para hacerlas coincidir con los señalamientos de Jennifer respecto a reuniones con narcotraficantes en restaurantes o residencias

 

También dijo que la Procuraduría ofreció beneficios a ex colaboradores suyos de la SIEDO que si incurrieron en corrupción, como Fernando Rivera Hernández, Roberto García García y Miltón Cilia Pérez, a cambio de que lo inculparan.

Alista PGR conclusiones de caso Dauahare

 

En los próximos días, la Procuraduría General de la República (PGR) presentaría sus conclusiones no acusatorias, en torno al caso del ex subsecretario de la Defensa, Tomás Ángeles Dauahare.

 

Esto se debe a que no se lograron recabar más pruebas que acrediten su supuesto vínculo con el crimen organizado. Sólo se cuenta con el testimonio de “Jennifer”, el mismo que ha dejado en libertad a otros funcionarios.

 

Autoridades de la dependencia federal indicaron que el análisis hecho del expediente del caso desde finales de marzo, luego del cierre del periodo de instrucción del proceso, no arroja más evidencias.  La consignación se sustenta en la referida declaración y en las redes de vínculos que se crearon a partir de la misma.

 

En ese contexto, la PGR analiza la presentación de conclusiones no acusatorias en contra del mando castrense, lo que prácticamente le otorgaría la libertad a Dauahare. No obstante, aún no se toma la decisión final.