Fue la mañana del 19 de septiembre del 2007, durante un desayuno en Morelos, cuando un agente del FBI se acercó al entonces procurador Eduardo Medina Mora, para advertirle sobre un riesgo de seguridad interna: ex militares que trabajaban en la SIEDO estaban colaborando con el cartel de los Beltrán Leyva, le soltó.

 

Nueve meses más tarde, la DEA notificó oficialmente a la Procuraduría General de la República (PGR) que uno de sus testigos protegidos, con nombre clave “Jennifer”, les había confirmado que agentes estadounidenses filtraban datos a los hermanos Beltrán Leyva, y que sus contactos eran mandos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).

 

Así comenzó la denominada Operación Limpieza. La misma que difundió hasta con spots de televisivos el gobierno de Felipe Calderón, en los que se presumía que se había capturado a “criminales disfrazados de funcionarios”, y que representaba un parteaguas en el combate a la corrupción.

 

Medina Mora y Marisela Morales fueron las cabezas en México detrás de esta operación, que a cuatro años de distancia se derrumba, luego de que los jueces han exonerado a los mandos de mayor jerarquía que fueron detenidos.

 

¿Son inocentes? Al menos jurídicamente sí, históricamente no se sabe, porque las sentencias no los absolvieron, sólo evidenciaron falta de pruebas y la inconsistencia en las que ofrecieron. Pero un juez la semana pasada fue aún más lejos, sostuvo que las pruebas falsas y fabricadas de la PGR, no permitieron comprobar que existiera un nexo entre el ex subprocurador Noé Ramírez Mandujano y la red delictiva, por lo que fue dejado en libertad.

 

“Es como el caso Cassez parte dos”, dijo a este periódico un ex funcionario de seguridad.

 

“Resolución Seis”

 

La historia sobre el origen de la Operación Limpieza fue narrada en 2009 por el propio Ramírez Mandujano, durante una de las audiencias en el Juzgado Primero de Distrito de Nayarit, apenas unos meses después de que fue detenido.

 

Todo inició en la reunión de procuradores del 2007 en Jiutepec, Morelos, con el agente del FBI adscrito a la Embajada de los EU y identificado como “Juan”, quien investigaba sobre narcotráfico bajo la operación denominada “Resolución Seis”.

 

El agente le aseguró a Medina Mora que los ex miembros del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) eran espías y socios de los Beltrán Leyva, por eso “pidió que se le enviaran las fotografías de todo el personal de los ex gafes que trabajaban en la SIEDO, relató Mandujano.

 

Nueve meses después, la DEA informó a la PGR que su testigo protegido “Jennifer” había contactado al agente del FBI y había confirmado la filtración del narcotráfico en la SIEDO, y dio los primeros nombres de los ex militares involucrados: Fernando Rivera Hernández, Roberto García García y Milton Carlos Cilia Pérez.

 

En los meses siguientes Medina Mora, y la entonces subprocuradora Marisela Morales, con el apoyo Estados Unidos, interrogaron en varias ocasiones a “Jennifer”, quien con cada declaración fue dando nombres, apodos, fechas de reuniones, pagos de sobornos, y hasta señas particulares.

 

Para reforzar las acusaciones, la PGR volvió testigos colaboradores a los funcionarios que detuvo primero, y quienes terminaron declarando contra sus jefes.

 

En 2008, casi un año después de la primera reunión con el agente del FBI, fueron cayendo servidores públicos, uno a uno, siguiendo cada nombre proporcionado por “Jennifer”. Los de mayor jerarquía, Noé Ramírez Mandujano, titular de la SIEDO; Rodolfo de la Guardia García, director de INTERPOL México; Javier Herrera Valles, ex coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal; y Víctor Garay Cadena, ex comisionado de la Policía Federal.

 

Pasaron cuatro años para que el primero de esos altos mandos fuera liberado, luego mes a mes, han ido saliendo todos. Los jueces coincidieron: “Jennifer” mintió en repetidas ocasiones, y que otros testimonios se recabaron ilegalmente, todo con la posible complicidad de la PGR.

 

Hoy los investigadores que encabezaba Medina Mora y Marisela Morales son los investigados.

 

Acusados

 

Altos mandos 7

Mandos medios 6

Agentes o tropa 12

 

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