El Comité Judicial del Senado de Estados Unidos aprobó hoy un proyecto de ley para prohibir las armas de asalto en una votación partidista que muestra la división ideológica sobre el tema y se espera que encuentre resistencia en el pleno de la Cámara alta.

 

El Comité Judicial se mostró partidario de restablecer, por diez votos a favor y ocho en contra, la prohibición de las armas de asalto que se aprobó durante la presidencia de Bill Clinton (1993-2001) y expiró en el año 2004.

 

Todos los republicanos en el comité dijeron hoy “no” a la medida. Los demócratas, por el contrario, se inclinaron en pleno por el “sí”.

 

La presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, la demócrata Dianne Feinstein, autora del texto para la prohibición de las armas de asalto y una de las principales defensoras del control de armas, denunció hoy los esfuerzos de la oposición para derrotar la medida.

 

“Lo que estamos viendo es un esfuerzo (…) para crear una excepción tras otra”, señaló Feinstein después de que el senador republicano por Texas John Cornyn introdujera varias enmiendas para debilitar el proyecto de ley.

 

La iniciativa deberá de someterse ahora a votación en el pleno del Senado, donde se espera se tope con el rotundo no de los republicanos y la posible oposición de seis demócratas moderados que tendrán que someterse a reelección el próximo año en estados con fuerte presencia de electores conservadores.

 

Los observadores descartan, además, que la prohibición, parte de la propuesta de la Casa Blanca para frenar la violencia armada en el país, prospere en la Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano.

 

El debate sobre las armas de asalto se ha intensificado tras el tiroteo en una escuela elemental en la localidad de Newtown (Connecticut) en diciembre pasado, en el que murieron 20 niños y 6 adultos. El autor del tiroteo perpetró la matanza con un rifle de asalto.

 

Además de la medida aprobada hoy, el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos aprobó esta semana otros dos proyectos de ley para aumentar la verificación de antecedentes al adquirir un arma y un programa del Departamento de Justicia para aumentar los fondos para los planes de seguridad en las escuelas.

 

Los republicanos son reticentes a ceder terreno en cualquier aspecto que atente contra lo que ellos ven como el derecho constitucional de portar armas que recoge la Segunda Enmienda de la Carta Magna estadounidense.