El senador panista Roberto Gil y el del PRD, Manuel Camacho Solís, proponen la creación de un nuevo Código Federal de Procedimientos Penales con el objetivo de sentar las bases para la aplicación del nuevo modelo de justicia penal en el país, implementado en 2008, en el que entre otras cosas, se contempla la utilización de juicios orales para la procuración de justicia.

 

“Ante las expectativas sociales de que los ‘juicios orales’ deben ser la solución de muchos problemas que actualmente padece el sistema de justicia penal, la iniciativa no los contempla para que sólo tengan una aplicación excepcional sino para que se apliquen al mayor número de casos, sobre todo a los más graves”, explica la exposición de motivos.

 

La propuesta, la cual no fue subida a la tribuna de la Cámara de Senadores pero fue turnada a las comisiones de Justicia y Estudios Legislativos, busca también que las investigaciones por delitos se realicen con “estricto respeto” a los derechos humanos y con el combate a la impunidad como uno de sus objetivos principales.

 

Otro de los ejes a través de los cuales transita esta propuesta es el fortalecimiento del papel de la víctima u ofendido, al otorgarle una intervención más amplia en el proceso tanto a la víctima como a su asesor legal, tanto en la etapa de investigación como en el proceso.

 

“Se procura darle una intervención más amplia a la víctima, al ofendido y a su asesor legal, tanto en la etapa de investigación como durante el proceso, para que aporten directamente las pruebas, ya sea para el ejercicio de la acción penal o para la acreditación de los presupuestos necesarios para la imposición de una pena o medida de seguridad, así como para el aseguramiento o la restitución de sus derechos y el embargo precautorio para garantizar la reparación de los daños y perjuicios”, se sostiene.

 

De ser aprobado, este Código Federal de Procedimientos Penales vendría a sustituir al vigente, el cual data de 1934.