La participación de artistas famosos, que cobran grandes sumas y no tienen fervor por la Virgen de la Candelaria, patrona de los jaraneros, ha desvirtuado la tradicional fiesta del 2 de febrero en Tlacotalpan, Veracruz.
Para Gilberto Gutiérrez, director del grupo de son Mono Blanco y fundador del Encuentro de Soneros y Decemistas de Tlacotalpan, esto se debe a una idea mal enfocada para tratar de impulsar el turismo cultural en el estado.
“No es un espectáculo de televisión sino un ritual”, explica el líder jaranero que ha llevado el fandango veracruzano a lugares como Barcelona, Chicago y Buenos Aires, entre otros sitios.
En entrevista con 24 HORAS, Gutiérrez agrega que en Talcotalpan hoy la idea que tienen quienes toman decisiones es llevar a grupos que tocan otro tipo de música y son famosos, que son entes privados y cobran grandes sumas por sus servicios, “cuando esta fiesta nació de la participación de los jaraneros quienes no cobran por ello”. Incluso, que éstos reciban apoyo para su traslado desde sus comunidades, “llega a ser un logro”.
Y cuestiona que en esta ocasión se busque realizar unas mañanitas a la virgen televisadas, emulando las que se hacen a la guadalupana los 12 de diciembre.
“Si Emmanuel tuviera un poco de sentido común no iría a un acto que es de tradición”, precisó el Gutiérrez Silva.
Hoy, con el cambio de autoridades culturales ve necesario que se acerquen a los soneros y lugareños del Papaloapan y Sotavento que impulsan el fandango y las tradiciones, porque son ellos quienes van haciendo la cultura y rescatando los valores de sus comunidades.
Gutiérrez explica que Mono Blanco tiene 15 años de no participar en los fandangos de esta fiesta en Tlacotalpan, precisamente para dar cabida a los músicos menos conocidos que desde sus comunidades buscan festejar a su patrona.
Y sostiene que él como otros tantos fandangueros son músicos que salen a tocar pero vuelven a sus comunidades a hacer lo mismo. El músico pide al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y a su nuevo titular Rafael Tovar y d eTeresa,que atienda situaciones como la del son jarocho ya que “el México de hoy, no es el mismo que dejó” hace 12 años.
“Las autoridades tienen la obligación de contactarnos …porque la cultura son personas, no programas”, destaca.
Aseguró que si irá a la Tlacotalpan, ciudad Patrimonio de la Humanidad, al igual que otros grupos como Son de Madera y Los Utrera, aunque sólo será para asistir al homenaje a los músicos Andrés Vega y Esteban Utrera y sus familias (Premio Nacional de Ciencias y Artes 2012) como promotores del son jarocho que se realizará en la casa de cultura, en el marco del foro de presentaciones editoriales que se celebra desde ayer 31 de enero y hasta el 2 de febrero.
En el marco del Encuentro de Son Jarocho celebrado en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) de la Ciudad de México, el fin de semana previo a este festejo veracruzano, músicos como Ramón Gutiérrez de Son de Madera señalaron que su ausencia en el fandango será en protesta por esta forma de manejar la tradición. En tanto Gutiérrez concluye que el auge del son, incluso entre personas que no son de la zona, con su interés por aprender a tocar la jarana, ayuda pero es vital volver a las comunidades.