El activista y empresario Alejandro Martí defendió ayer el proceso penal abierto en contra de siete supuestos integrantes de la banda de Los Petriciolet, detenidos por la Policía Federal y acusados de varios homicidios y secuestros, entre ellos el de su hijo Fernando Martí.

 

A través de un comunicado, Martí rechazó las declaraciones de Noé Robles Hernández, presunto líder de esa célula delictiva, quien en declaraciones a la revista Proceso afirmó que las confesiones que ofreció en reiteradas ocasiones durante los últimos cuatro años fueron hechas bajo amenazas y tortura de las autoridades federales.

 

Robles, presentado en julio de 2009 como responsable del plagio de Fernando Martí por el entonces titular de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino, sostuvo que sus confesiones rendidas ante esa corporación, y luego ratificadas en la PGR y en la Procuraduría del Distrito Federal, fueron un “montaje”.

 

El inculpado agregó que fue obligado por la extinta Secretaría de Seguridad Pública para declararse culpable y responsabilizar también a otras personas, con la finalidad de que se desvirtuara el proceso iniciado en contra de otro grupo detenido por autoridades capitalinas y denominado La Flor.

 

El objetivo, según la versión de Robles, es que saliera en libertad la ex agente federal, Lorena González, La Lore, quien trabajaba de cerca con Cárdenas Palomino en la corporación federal.

 

Sobre esta versión, el empresario Alejandro Martí emitió ayer, a través de su organización “México S.O.S.”, una misiva en la que consideró que las declaraciones de Noé Robles Hernández son un intento de su defensa por distraer la atención y ganar terreno en el proceso.

 

“Es conocido que entre los abogados defensores se utilice el recurso de la tortura para descartar el caso, lo manifestado por Noé Robles es parte de la estrategia de su defensa para, una vez más, salir a las calles a secuestrar, extorsionar y matar”, señaló el activista.

 

Martí confirmó que en cuatro ocasiones se reunió en el reclusorio con Robles, aunque no detalló si lo hizo en compañía de Isabel Miranda de Wallace, como dijo el acusado, y en todas ellas el integrante de Los Petriciolet aceptó, sin titubeos, su participación en el secuestro y homicidio de su hijo.

 

El presidente de México S.O.S. añadió que en cada una de esas declaraciones existe un certificado médico que deja en evidencia que no hubo huellas de tortura, por lo que pidió que se dejen de un lado estas especulaciones.

 

“No se trata de especular sobre lo que pasó o lo que no pasó, hay un expediente que consta de todas las declaraciones voluntarias de los secuestros y crímenes hechos por la banda, hay pruebas, red de vínculos, huellas digitales, declaraciones cruzadas de todos los detenidos, así como declaraciones y reconocimiento de las víctimas”, atajó Martí.

 

El activista aprovechó también para reiterar que en los últimos cuatro años ha emprendido, a través de su organización, un esfuerzo encaminado a mejorar el sistema de impartición de justicia en el país, en que se haga una correcta implementación de la Reforma Penal y a combatir la impunidad.

 

… Pero no va a las audiencias

 

El proceso penal que a nivel capitalino se sigue en contra de cinco integrantes de la banda de La Flor, acusados también del secuestro de Fernando Martí, se encuentra estancado desde hace casi un año, debido a que Alejandro Martí y otros testigos no han acudido en tres ocasiones a una audiencia de desahogo de pruebas.

 

Rodrigo Higuera, defensor de Lorena González, interpuso hace dos semanas un recurso para que el juez federal que lleva el caso de Los Petriciolet, también atraiga las acusaciones en contra de La Flor, y se esclarezca el caso.

 

El secuestro y homicidio de Fernando Martí es otro de los casos de alto impacto heredados del sexenio pasado y que continúan sin respuesta.

 

A nivel federal y a nivel local, hay dos grupos delictivos acusados de haber perpetrado el mismo secuestro y homicidio, sin que hasta el momento se compruebe quienes son los responsables.