María Sánchez, inmigrante mexicana que sufría un tumor inoperable, falleció hoy en Houston, Texas, en Estados Unidos, sin que pudiera encontrarse con sus padres para verlos pro última vez.

 

De acuerdo con el Huffington Post, el esposo de María, “imploró a las autoridades migratorias (de Estados Unidos para) que la enferma pudiera ver a sus progenitores por última vez”.

 

La mexicana murió a los 26 años en su casa, según declaró Luis Aguillón, pareja de la hoy occisa, al periódico The Houston Chronicle, y dijo que trasladará el cuerpo de María a territorio mexicano.

 

Los padres de María, que fueron deportados hace 13 años, no pudieron entrar a Estados Unidos para ver a su hija que se encontraba enferma ya que las autoridades de ese país les negaron dos solicitudes de “excepción de perdón humanitario”.

 

Agrega el Huffington que “un vocero de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) confirmó que no pudo utilizarse el permiso por razones humanitarias para eludir los procedimientos normales de obtención de visa”.