VARSOVIA. Una estatua de Adolf Hitler rezando de rodillas, que se exhibe en el antiguo gueto de Varsovia donde numerosos judíos fueron asesinados o enviados a su muerte por el régimen nazi, ha provocado reacciones encontradas.

 

La obra “HIM” del artista italiano, Maurizio Cattelan (1960), ha atraído a muchos visitantes de que se instaló el mes pasado. Se puede ver desde lejos y el artista no ha explicado por qué está rezando Hitler, pero su propósito general, según los organizadores que pusieron la estatua en el lugar, es llevar a la reflexión sobre la naturaleza de la maldad.

 

El Centro Simon Wiesenthal, de defensa de los judíos, calificó la colocación de la estatua como “una provocación sin sentido, que insulta la memoria de las víctimas judías de los nazis”.

 

“En lo que respecta a los judíos, la única ‘oración’ de Hitler era que fueran exterminados de la tierra”, dijo el director del grupo, Efraim Zuroff, en un comunicado.

 

Sin embargo, muchos más han elogiado la pieza, diciendo que tiene un gran impacto emocional y los organizadores defendieron su decisión de presentarla en el gueto.

 

Fabio Cavallucci, director del Centro de Arte Contemporáneo, que supervisó la instalación dijo: “No hay intenciones de parte del artista o del centro de insultar la memoria de los judíos”.

 

El gueto de Varsovia estaba en una zona de la ciudad que los nazis aislaron después de que invadieron Polonia. Ahí obligaron a los judíos a vivir hacinados en condiciones inhumanas mientras esperaban a ser deportados a campos de concentración. Muchos murieron de hambre o enfermedades, otros fueron asesinados por los alemanes incluso antes de ser transportados a los campos.

 

La instalación de la estatua de Hitler forma parte de una retrospectiva sobre la obra de Cattelan titulada “Amen”, una exposición que explora temas como la vida, la muerte, el bien y el mal. Las otras obras de la muestra están en el Centro de Arte Contemporáneo, que se encuentra en el castillo Ujazdowski.