Previo a la presentación de la nueva “Política de Estado por la Seguridad y Justicia de los Mexicanos” en la II Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, tanto el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, como el procurador de la República, Jesús Murillo Karam, ofrecieron diagnósticos sobre la situación de violencia que se vive en el país, en los cuales reconocieron elementos que no se resolvieron y que incluso se agravaron -como las ejecuciones y la insuficiencia de las cárceles- durante el sexenio que acaba de concluir.

 

En su intervención, Osorio Chong reconoció que la captura y abatimiento de los grandes líderes de las organizaciones criminales -sello distintivo de la pasada administración- causó un proceso de fragmentación de grupos el cual permitió un cambio en los esquemas de liderazgos, los cuales, dijo, pasaron de ser verticales a convertirse en horizontales, lo que provocó que se convirtieran en “más violentos” y “mucho más peligrosos”.

 

En este sentido, también reconoció que aunque se dobló lo gastado en seguridad, la cantidad de delitos se incrementó, y enumeró una serie de cifras relacionadas con la estrategia del narcotráfico iniciada por el sexenio de Felipe Calderón.

 

“Siete de cada 10 mexicanos se sienten inseguros. En las encuestas de victimización, uno de cada tres hogares reporta haber tenido, al menos, una persona víctima de violencia o de delito “, afirmó.

 

Así, aseguró que el secuestro se incrementó 83%; el robo con violencia, 65%; la extorsión, 40%, y el robo en carretera más del 100%.

 

” Las ejecuciones son la segunda causa de defunciones en México… La CNDH registra ocho mil 902 quejas por tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes en el periodo 2005 a 2011″, dijo.

 

Durante la sesión, se aprobaron 12 acuerdos relacionados con la creación de diversas instancias para el combate al delito.

 

Por su parte, Murillo Karam aseguró que la PGR “arrastra a través de los años una estructura que no corresponde a la realidad actual” y que presenta una “fragmentación descoordinada que bloquea y desfasa” el ejercicio de sus funciones.

 

Así, aseguró que el número de policías y de ministerios se incrementaron pero no mejoraron la calidad de sus elementos.

 

“Se perdió el propósito cendal de la investigación y se cubrió con medidas extraordinarias que han producido un efecto perverso al convertirse en el casi único mecanismo de consignación, violentando con frecuencia derechos fundamentales”, dijo.

 

Respecto al sistema penitenciario, afirmó: “Hoy a los centros de readaptación social de esto, sólo les queda el nombre”, dijo.