La embajadora de Estados Unidos ante la ONU Susan Rice continuó buscando el miércoles la aprobación de los miembros escépticos del Senado que podrían impedirle ocupar el puesto de secretaria de Estado. Legisladores republicanos dijeron estar aún más preocupados luego de reunirse en persona con Rice para discutir el manejo que dio al ataque mortífero contra el consulado estadounidense en Bengasi, Libia.

 

Hillary Rodham Clinton renunciará pronto como secretaria de Estados, y Rice es vista como la principal candidata del presidente Barack Obama para remplazarla.

 

Rice se reuniría el miércoles con los senadores republicanos Susan Collins y Bob Corker. Este está en línea para ocupar el cargo partidista más alto en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

 

El martes, Rice respondió preguntas de los senadores John McCain, Lindsey Graham y Kelly Ayotte sobre sus explicaciones acerca de la causa del ataque de septiembre en Libia que dejó cuatro estadounidenses muertos, entre ellos el embajador Chris Stevens.

 

En la sesión a puertas cerradas de más de una hora, Rice admitió que estaba equivocada su versión inicial, que era que se trataba de un ataque espontáneo desencadenado por un video antimusulmán, pero insistió en que no había tratado de engañar al público.

 

“Los contenidos suministrados por la comunidad de inteligencia, y la evaluación inicial sobre la que se basaron, eran incorrectos en un punto clave: no hubo protestas o manifestaciones en Bengasi”, dijo en una declaración después del encuentro. “Aunque ciertamente desearíamos haber tenido información precisa días después del ataque terrorista, como suele ocurrir, la evaluación de inteligencia ha evolucionado”.

 

En la reunión la acompañó el director interino de la CIA Michael Morell.

 

Rice solicitó la reunión con los tres senadores, sus principales críticos, pero no logró convencerlos y estos indicaron que tratarán de impedir su nombramiento.